El precio del grano podría beneficiar a los campesinos, por lo menos para recuperar la inversión del diésel utilizado. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Tras enfatizar que las escasas lluvias que se registraron este año en el municipio de Poanas dejaron como resultado una mala cosecha de frijol en las parcelas de temporal, al grado de que los rendimientos oscilarán en los 200 kilos por hectárea, el productor René Urenda Urenda subrayó que el aspecto positivo es que el precio del grano podría favorecer a los campesinos.
"Ahorita ya hay gente que está empezando a parvear, a cosechar frijol de riego, mientras que en el grano de temporal estamos muy por debajo de lo estimado este año, a pesar de las pocas lluvias que cayeron. Va a haber muchas parcelas donde ni siquiera van a ir los productores a ver qué pueden obtener, esas tierras están abandonadas", añadió.
Asimismo, Urenda calculó que, de las 16 mil hectáreas de tierras de temporal que se tienen en este municipio, alrededor de 14 mil hectáreas se pudieron haber sembrado, aunque de esta última cantidad aproximadamente cuatro mil hectáreas se trabajaron de manera extemporánea, de tal forma que si bien les cayeron las lluvias de fines del mes de agosto, se espera que la cosecha sea nula.
Dentro de este mismo contexto, indicó que en las parcelas que se sembraron de manera oportuna, con base en los tiempos que marca el ciclo agrícola de cada año, los rendimientos previstos serán muy reducidos, de alrededor de los 200 kilos por hectárea, en contraste con lo que se recoge en un año con lluvias regulares, que se pueden levantar de 600 a 800 kilos de frijol por hectárea.
Sin embargo, señaló que puede haber casos de comunidades donde los rendimientos por hectárea pueden llegar a los 400 kilos, aunque se trata de lugares donde las lluvias cayeron con mayor regularidad y frecuencia.
"La zona de mayor producción en Poanas es Cieneguilla; de mil 200 hectáreas que tienen, ellos producen alrededor de dos mil toneladas, considerando que sus rendimientos son en promedio de una tonelada a tonelada y media de frijol por hectárea, e incluso a veces obtienen hasta dos toneladas por hectárea. Sin embargo, este año, esa parte de Cieneguilla está perdida, es la última, es donde el Gobierno apoyó con algo de avena", refirió Urenda Urenda.
El exdirector de Desarrollo Rural remarcó que el único aliciente que puede tener el campesino que sembró frijol este año es el precio, de tal forma que por lo menos pueden recuperar el diésel que gastaron en sus tierras.
Basó sus expectativas en el hecho de que en Estados Unidos también se desplomó la producción de frijol, que podría disminuir un 40 por ciento, con lo que se espera que este factor beneficie a los campesinos de México y puedan vender su grano a un precio superior a los 14.50 pesos que ofrece Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), organismo dependiente de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader, antes Sagarpa).
