Francisco Quiroga Fernández, subsecretario de Minería, reconoce los retos del sector. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Escuchar al subsecretario de Minería federal, Francisco Quiroga Fernández, es presenciar un doble discurso. El del funcionario y el del minero. Salta de un papel a otro con naturalidad, es decir, sin aviso. Esa peculiaridad salió a relucir a lo largo de sus intervenciones en la Convención Internacional de Minería Acapulco 2019 y en especial durante su exposición de este 24 de octubre.
De entre los temas que abordó, se destacó el de las concesiones mineras. Dijo que la gran mayoría de los documentos de esta clase que se expidieron luego de la reforma energética, efectuada en el sexenio de Enrique Peña Nieto, no traían un proyecto productivo detrás. Enseguida, comentó que al presidente Andrés Manuel López Obrador, le preocupa esa situación y que en la subsecretaría están trabajando para "meter orden" porque "las concesiones son oportunidades de desarrollo, son esperanza de una vida mejor en las comunidades".
Quiroga criticó la carga impositiva que debe pagar el sector minero. México, aseguró, ha perdido competitividad por esa razón. El minero en México se enfrenta "a una de las cargas fiscales más altas, tasas reales de impuestos del 45 o 46 por ciento dependiendo de la situación de cada empresa". Luego, matizó el asunto con la mención de que el petróleo enfrenta tasas mucho más altas. También llamó a exigir certidumbre en las reglas que impone el gobierno a la industria extractiva y recomendó que esa exigencia se haga "sin tirarnos al piso". La subsecretaría a su cargo, añadió, ha integrado junto al Sistema de Administración Tributaria y otras dependencias un equipo que busca el modo de hacer competitiva la carga fiscal.
Como funcionario, mencionó que uno de los pilares del Plan Nacional de Desarrollo de la administración lopezobradorista es el combate a la corrupción. Desde la trinchera minera, recordó que en algún momento tuvo poder de decisión a la hora de decidir donde invertir capitales privados (fue Director de Planificación Internacional en Grupo Villacero) y debió enfrentar la frustración de no poder proponer a su consejo que se invirtiera en México.
El subsecretario destacó un logro de su tiempo al frente de la dependencia: reducir el rezago gubernamental de trámites sustanciales del sector minero: la cifra pasó de 22 mil pendientes a 5 mil 500; además, dijo, las nuevas solicitudes se han desahogado en los tiempos que marca la ley.
Desde su sentido de pertenencia a la industria extractiva, expuso que no vale calificar de ignorantes a los que están fuera del ámbito minero, porque la misión es abrirse y demostrar sus ganas de llevar el desarrollo a las comunidades.
También como parte del capital, el funcionario minero recomendó a las empresas del mineral acercarse a las poblaciones y trabajar en conjunto con ellas para alcanzar "un blindaje social". Con ese blindaje, explicó, los proyectos quedan protegidos, por la propia comunidad, de la inseguridad, de los bloqueos ilegales, de los grupos que han hecho de extorsionar a los representantes de las actividades económicas su forma de vida.
