La policía hongkonesa enfrentó hoy una vez más a manifestantes. (EFE)
La policía hongkonesa enfrentó hoy una vez más a manifestantes, que se congregaban en el noroeste de Hong Kong para condenar el asalto de hace tres meses en una estación del tren cerca de la frontera con China, que dejó 40 lesionados, incluido un legislador y varios periodistas.
En un comunicado, la Policía informó que cientos de uniformados fueron desplazados esta noche (tiempo local) al noroccidental distrito Yuen Long para confrontar a manifestantes, quienes desafiando la prohibición de marchar, sin previa autorización, se congregaban para recordar los hechos del 21 de julio.
Los hongkoneses condenan la ineficiencia de la Policía por no actuar lo suficientemente rápido como para proteger a los activistas y viajeros del tren durante el ataque de hace tres meses y por la lenta investigación de las autoridades sobre el incidente.
“Bajo una política que considera que las marchas son ilegales a menos que tengan un permiso policial, la Policía bloqueó el camino a alrededor de 100 manifestantes que intentaban llegar a la estación de metro Yuen Long”, indicó.
De acuerdo con un reporte del sitio Chanel News Asia, la Policía antidisturbios ordenó a los manifestantes que se dispersaran, advirtiéndoles que dispararían gases lacrimógenos, si no retiraban de inmediata e incumplían la prohibición de manifestarse en la vía pública, sin autorización previa.
Contrario a los violentos enfrentamientos que se registraron la víspera en varias estaciones del metro, que fue blanco de actos vandálicos e incendios provocados con bombas de gasolina, los manifestantes se dispersaron este lunes en calma, aunque una persona fue detenida por atacar a las fuerzas públicas.
Un trabajador social de 42 años, quien fue testigo del ataque del 21 de julio condenó la actuación policial de esta noche en Yuen Long, por considerar que es muy importante continuar protestando contra la violencia perpetrada por la “mafia” en julio pasado.
"Si realmente quisieran atrapar a esos atacantes, podrían. Hubo muchas personas que fueron grabadas esa noche, pero hasta ahora solo han arrestado a seis personas... queremos una investigación independiente y justicia por este ataque. La policía está aplicando selectivamente la ley", subrayó.
La Región Especial Administrativa de Hong Kong (REAHK) ha sido golpeada en los últimos meses por una ola de protestas, a menudo violentas, a favor de la democracia y el fin del control de Beijing sobre el territorio chino.
Las protestas comenzaron en junio pasado en oposición a una ley de extradición, y aunque ya fue suspendidas, los manifestantes han lanzado un movimiento prodemocrático, a favor de la igualdad social en Hong Kong y contra de la presidenta ejecutiva, Carrie Lam.
Muchos hongkoneses consideran que la Policía ha usado una fuerza excesiva, disparando gases lacrimógeno y balas de goma contra activistas que se defienden arrojando piedras ladrillos y otros objetos, aunque los uniformados denunciaron que el fin de semana hicieron uso de bombas de gasolina.
Desde el inicio de las protestas, más de dos mil 600 personas han sido arrestadas, muchas de ellas menores de 18 años, mientras que dos han resultado gravemente heridas por los disparos de la Policía, y muchas más con lesiones por golpes de las fuerzas del orden público.
