El padre Soárez charlaba con el Cristo de su iglesia.
-Señor -le preguntó- ¿qué fue del limbo?
Con una sonrisa le respondió Jesús:
-Está en el limbo.
Volvió a preguntar el padre Soárez:
-¿Y eso del cielo y el infierno?
Contestó el Cristo:
-Ningún hombre de este mundo puede saber lo que en el otro hay. La ciencia humana tampoco sabe a ciencia cierta lo que sigue a la muerte. Sólo la fe puede darte esperanzas de vivir después de morir. De una cosa puedes estar seguro: si vives esta vida con amor, y haciendo el bien, aunque hayas muerto seguirás viviendo en el recuerdo de quienes te conocieron.
Quiso saber el padre Soárez:
-Quien así viva ¿tendrá vida eterna?
-Y eterna vida -completó Jesús.
¡Hasta mañana!...