El papa Francisco aceptó la salida de Domenico Giani. (EFE)
El papa Francisco aceptó ayer la renuncia de su jefe de seguridad, el comandante de la Gendarmería Vaticana Domenico Giani, investigado por la filtración a la prensa de información sobre una investigación por posible fraude financiero contra cinco funcionarios de la Santa Sede.
La salida de Giani fue aceptada por el papa tras ser difundida en los medios una orden de la Gendarmería, que debía permanecer reservada, sobre la prohibición de ingreso al Vaticano de cinco funcionarios bajo investigación por posibles maniobras fraudulentas contra el banco de la Santa Sede.
El papa Francisco consideró que difundir las caras de los investigados fue un hecho "grave, como un pecado mortal", según dijo su vocero Matteo Bruni, ya que no se respetaba la presunción de inocencia.
Giani renunció "para asegurar la debida serenidad a la investigación en curso, coordinada por el promotor de Justicia, y realizada por el Cuerpo de Gendarmería, ya que el autor de la divulgación externa de la orden confidencial, reservada a los pertenecientes al Cuerpo de la Gendarmería y de la Guardia Pontificia Suiza, sigue siendo desconocido".
El Vaticano recalca que Giani no tiene "ninguna responsabilidad personal en los acontecimientos".