Aspectos a cambiar para no dañar la relación con tus hijos. (ARCHIVO)
Las actitudes que los padres tienen hacia sus hijos pueden reforzar o dañar su relación a profundidad, especialmente si esto se presenta en niños de corta edad.
Para un buen desarrollo en la relación de los padres e hijos y lograr una sana comunicación, los padres deben llevar el mando de las cosas, sin embargo, existen actitudes recurrentes en ellos que, aunque por lo general se presentan de manera inconsciente, pueden hacer la diferencia entre el presente y el futuro de su relación.
En un artículo de Guía Infantil, se han tratado los puntos clave a mejorar en su conducta para evitar repercusiones negativas. Aquí te las presentamos.
Exigir a forma de dictadura
Aunque los padres son quienes llevan la cabeza en casa, exigir a forma de dictadura, sin flexibilidad ni tolerancia puede repercutir seriamente en el comportamiento de los niños, ya que al no dejar espacio para los errores puede afectar su autoestima o volverlos rebeldes.
Etiquetarlos por un mal comportamiento
Como padre es preferible hablar sobre los errores que tus hijos cometen que estigmatizarlos por un mismo error, ya que esto puede limitarlos a no sentir posibilidad de crecimiento al sentirse etiquetados en un solo papel.
Negarse a hablar con él sobre sus dudas
Temas como la muerte y el sexo pueden ser difíciles de tratar para los padres, sobre todo cuando sus hijos se lo cuestionan desde muy pequeños. Sin embargo, negarse a entablar una conversación con ellos sobre sus dudas generará un espacio de incertidumbre y desconfianza entre ambos lados.
No reconocer lo que hacen bien
No reconocer lo que tus hijos están haciendo bien o felicitarlos por méritos elevados que puedan alcanzar podría desencadenar una actitud de apatía hacia nuevos retos, sobre todo si esto viene acompañado de reproches por los errores únicamente.
Exigir actitudes que tu no tienes
Los niños pequeños aprenden principalmente de la conducta de los padres. Si tu hijo va por la calle insultado a los demás es porque lo ha escuchado antes.
Discutir, maldecir o no respetar a otros frente a ellos son ejemplos de actitudes que pueden apropiarse, los cuales seguramente te van a disgustar.