Columnas Social

Las palabras tienen la palabra

No son nuestras, pero las usamos

Columna póstuma de Juan Recaredo

Creo que todos en la etapa escolar sufrimos por causa de uno o varios compañeros que se dedicaban de tiempo completo a hacerle a uno la vida imposible. Eso es lo que en inglés se llama bullying, palabra que no está incorporada a nuestro idioma y que por lo tanto debemos sustituir por "acoso escolar". Tal vez pronto bullying pase a formar parte de nuestro Diccionario como tantas otras palabras extranjeras que ya utilizamos en nuestro lenguaje cotidiano.

Tenemos por ejemplo el vocablo bafle. ¿Qué es un bafle? Pues es un dispositivo que sirve para elevar la calidad del sonido que se difunde a través de un altavoz. En inglés se escribe baffle y al pasar a nuestro idioma sólo pierde una efe. Es un caso similar al bíter, palabra que procede del alemán bitter y que se refiere a una bebida amarga que sirve como aperitivo. El aperitivo es una sustancia que se ingiere para abrir el apetito, aunque, como dice mi compadre, cuando voy al bar no necesito "hacer hambre", siempre la llevo ya hecha.

Un búnker es una pequeña fortaleza, un refugio, por lo general subterráneo que sirve para protegerse de algún bombardeo. El plural de búnker es búnkeres. Y siguiendo por el mismo rumbo nos encontramos con el bluf que es lo que yo llamaría el "apantalle", cosas o actitudes aparentemente notables para deslumbrar, que luego resulta que son falsas. La palabra bluf se pronuncia blof y procede del inglés bluff.

En francés abundan las palabras terminadas en T, algo que casi no se da en nuestro idioma. Es el caso por ejemplo de cabaret, bufet, carnet y chalet, palabras que al incorporarse al español, pierden (o deberían perder) esa T y entonces hay que ponerles el acento ya que quedan como palabras agudas terminadas en vocal. Es el caso de cabaré, bufé, carné y chalé que es como deberíamos de pronunciarlas. Curiosamente, aunque entiendo que en francés la T no se pronuncia, nosotros insistimos en decir cabaret, bufet, carnet y chalet.

Si quiere usted una palabra que nos llega del francés y que no pierde la t final piense en el tarot que en el diccionario de nuestro idioma sigue siendo una palabra de cinco letras: tarot.

La palabra casting, aunque se incluye en el Diccionario de la Academia, no se considera incorporada el español, porque aparece escrita en tipografía itálica, es decir, en letra cursiva debido a que es una voz inglesa y eso significa que sigue siendo un extranjerismo. El casting ya castellanizado es una audición, es decir, una sesión que se hace para probar actores o modelos y determinar si se incluyen en alguna obra de teatro, cine o televisión.

Otra voz inglesa que está en el mismo caso del casting es catering que se refiere al servicio de comidas en aviones, trenes, o determinados lugares de estudio o de trabajo. Por último déjeme citarle la palabra chárter que sí está incorporada al español y por lo tanto debe escribirse con acento en la a. El vocablo chárter se refiere a vuelos contratados especialmente, fuera de los vuelos regulares de las llamadas líneas comerciales.

Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios: [email protected], Twitter: @donjuanrecaredo.

ME PREGUNTA:

Marta Zamarrón: "Tomando como base mi nombre pregunto: ¿qué es una marta?"

LE RESPONDO:

La marta es un mamífero carnívoro de piel muy apreciada.

LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA:

La juventud es una locura, la madurez una lucha y la vejez, un lamento.

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