El presidente de la CEDH afirmó que en el pasado no hubo acercamiento, pero el nuevo director de la DMSP tuvo más sensibilidad para un diálogo. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Los operativos antialcohol no cumplen con parámetros internacionales y generan molestia entre algunos ciudadanos, por lo que se deben mejorar, para evitar que sean sólo recaudatorios.
Así lo evidenció el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Marco Antonio Güereca Díaz, quien reconoció que no cuentan con el aval de dicho organismo.
"Yo hasta ahorita no he avalado los retenes antialcohol porque me han tocado casos donde hay un policía con una lamparita en un lugar escondido, que no trae ni chaleco antirreflejante, que tienen apagada la torreta. Discúlpeme, eso está en riesgo hasta ahorita porque ya no es lo mismo la situación que vivimos que anteriormente, hay mujeres que andan solas en la noche, entonces es hasta peligroso pararse, no sabe uno si es un reten oficial o de otro tipo", mencionó.
Ante ello, se deben propiciar cambios para generar una mayor confianza ciudadana. "Se tienen que apegar a parámetros internacionales que garanticen la seguridad tanto de ellos como de las personas que detienen".
Dijo que no deben tener un fin únicamente recaudatorio, ya que tiene información en torno a que se recaudan aproximadamente 700 mil pesos por semana.
También enfatizó que está a favor de mandar un mensaje de que la gente no debe manejar tomada, pero las autoridades no deben ser intransigentes.
Indicó que debe establecerse un protocolo autorizado por la autoridad municipal que este no solo en el reglamento sino en la Ley de Tránsito, "pero sobre todo que tenga previsto todo este tipo de situaciones porque hay dudas que hemos visto", insistió.
Reconoció que precisamente por este motivo la CEDH no hace presencia en estos retenes y dijo que le han externado situaciones como la de una pareja de adultos mayores que fueron sometidos a la revisión, así como un grupo de mujeres a las que bajaron del vehículo a altas horas de la noche para una revisión, pese a que no habían consumido alcohol.
Asimismo, existe molestia porque la detección se hace pidiéndoles que soplen, en vez de usar un alcoholímetro, "Queda a discrecionalidad y ese es el asunto", lamentó.