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El Mes de la Patria en Durango y Gómez Palacio

CRÓNICA GOMEZPALATINA

Desfile Antirreeleccionista y conmemorativo de la Independencia Nacional, realizado por la Junta Patriótica de Gómez Palacio, el 16 de septiembre de 1910. Al frente, de bastón, don Dionisio Reyes, a su lado, Juan Pablo Estrada Lozano. Archivo Lorena Patricia E. Elizondo Estrada.

Desfile Antirreeleccionista y conmemorativo de la Independencia Nacional, realizado por la Junta Patriótica de Gómez Palacio, el 16 de septiembre de 1910. Al frente, de bastón, don Dionisio Reyes, a su lado, Juan Pablo Estrada Lozano. Archivo Lorena Patricia E. Elizondo Estrada.

MANUEL RAMÍREZ LÓPEZ (CRONISTA OFICIAL DE GÓMEZ PALACIO)

Antes de la consumación de la Independencia Nacional, el último baluarte que mantenía el poder realista en la Nueva España, era la Nueva Galicia, cuyo intendente, el español José de la Cruz, se negó terminantemente a sumarse al Plan de Iguala promovido por Agustín de Iturbide, lo que originó su escapatoria de Guadalajara, sede de la provincia, para refugiarse en la ciudad de Durango, hasta donde fue perseguido por el Jefe de la División del Ejército de la Nueva Galicia, brigadier Pedro Celestino Negrete. La capital duranguense, se encontraba aún bajo el control del ejército realista, al mando del general Diego García Conde. Al negarse a proclamar la Independencia Nacional, se iniciaron feroces combates a partir del 6 de agosto de 1821, donde el brigadier Celestino Negrete resultó herido de bala en el maxilar. Después de duras batallas, se logró la capitulación de José de la Cruz y del ejército realista, por lo que las fuerzas libertadoras entraron triunfantes a la capital del estado, el día 30 de ese mes. Cuatro días después, el 3 de septiembre, se ve consumada la Independencia Nacional en el Estado de Durango, con la capitulación de éste y de la provincia de la Nueva Vizcaya. Con estas acciones, Durango se convirtió en el escenario en que se libraron las últimas batallas de la Guerra de Independencia.

Seis días después, el viernes 9 de septiembre de 1821, es Jurada la Independencia de México, por parte del Intendente, jefes militares, autoridades del Estado de Durango y los integrantes de Diputación de Provincia, en un acto realizado en la Plaza de Zambrano, hoy llamada IV Centenario, ante el general Sebastián Berdejo, representante del Brigadier Pedro Celestino Negrete. El martes 20 del mismo mes, el general Pedro Celestino Negrete, de común acuerdo con los integrantes de la Diputación Provincial, nombran Gobernador Provisional en Durango al general Mariano Urrea, convirtiéndolo de esta forma en el primer gobernador de Durango al consumarse la Independencia Nacional.

Con este triunfo, culminaba la larga lucha iniciada por el Padre de la Patria, Don Miguel Hidalgo y Costilla, la madrugada del 16 de septiembre de 1910 en el pueblo de Dolores, Hidalgo. Esta cruenta guerra duró once años y costó la vida de más de medio millón de personas, un precio muy elevado que el sacrificado pueblo mexicano tuvo que pagar para lograr su libertad e independencia del dominio español. Sin duda, este triunfo de las fuerzas de liberación en Durango, representó la antesala para la Proclamación de la Independencia Nacional, la cual se realizó mediante el Acta de Independencia del Imperio Mexicano, elaborada por Juan José Espinosa de los Monteros, en su calidad de Secretario de la Junta Provisional Gubernativa y firmada por treinta y cinco de los treinta y ocho integrantes de la Junta, en un hecho acontecido el 28 de septiembre de 1821.

La Proclamación de la Independencia, trajo consigo una sucesión de transformaciones para Durango y el país, pues el 19 de junio de 1823, el Primer Congreso Constituyente decreta como primer acto nacional, la desaparición de la Provincia de la Nueva Vizcaya, creada por el conquistador Francisco de Ibarra, y se crean los Estados de Chihuahua y Durango, integrándose Parras, Viesca y Saltillo al Estado de Coahuila.

El general Pedro Celestino Negrete, artífice del triunfo de las fuerzas insurgentes en Durango, tomó posesión el 31 marzo de 1823, junto con los generales Nicolás Bravo y el duranguense Guadalupe Victoria, como integrante del triunvirato que se hizo cargo del Supremo Poder Ejecutivo, por decisión del Congreso Constituyente, que tomó esta decisión para evitar que el poder se concentrara en una sola persona, como lamentablemente lo había intentado hacer Agustín de Iturbide, consumador sí, pero con una proclividad manifiesta hacia la concentración en su persona de todas las funciones del nuevo Estado. Por ello, tuvo la audacia de que el acta fundacional de la nueva nación se llamara "Acta de Independencia del Imperio Mexicano", sabedor de que mediante diversas maniobras y aprovechando el prestigio conseguido, le sería fácil erigirse como el Emperador.

Dos años después, el 1º de septiembre de 1825, el gobernador militar, Rafael Bracho, promulga la Primera Constitución Política del Estado de Durango, la cual establecía la igualdad ante la ley de todos los duranguenses; se prohibían los títulos de nobleza y mayorazgo y el comercio de esclavos, otorgando la libertad automática de aquellos esclavos que existieran al momento de publicarse la Constitución. Esta medida se tomó catorce meses después de que fuera abolida la esclavitud de manera formal en el país por el Constituyente General, cumpliendo uno de los grandes sueños del cura Miguel Hidalgo, propósito relevante de la Guerra de Independencia, quien el 6 de diciembre de 1910, emitió en la ciudad de Guadalajara el Bando que ordenaba: "todos los dueños de esclavos deberán darles libertad dentro del término de diez días, so pena de muerte, la que se les aplicará por trasgresión de este artículo".

Don Santiago Baca Ortiz, primer Gobernador Constitucional del Estado de Durango, sería el encargado de realizar la primera ceremonia del Grito de Independencia el 15 de septiembre de 1827, con lo que se iniciaba el proceso de celebración de una de las fechas más significativas de la historia nacional y un símbolo de unidad y orgullo del pueblo mexicano. Durante esta fecha, en Durango se han suscitado otros acontecimientos relevantes, como el histórico Grito de Independencia que realizara el 15 de septiembre de 1864 el patricio Benito Pablo Juárez García, Presidente de la República, cuando encabezaba la República Itinerante durante la guerra contra el imperio francés. Este acontecimiento se realizó en San Juan de la Noria o Cuatillos (hoy Pedriceña), propiedad de Tomás de la Pedriza, y al día siguiente, en la hacienda del Sobaco, en el hoy ejido de Paso Nacional, del Municipio de Nazas, encabezó la celebración solemne del LIV aniversario del inicio de la Independencia de México, en un emotivo e histórico evento en el cual fue orador don Guillermo Prieto y donde además de los integrantes de la comitiva presidencial, participaron los soldados del Batallón Guanajuato, el Cuerpo de Carabineros a Caballo, junto con unos asombrados habitantes de la hacienda, que escucharon con gran orgullo las canciones patrióticas entonadas por los soldados republicanos.

Casi medio siglo después, durante la mañana del viernes 16 de septiembre de 1910, se realizó el desfile conmemorativo del Primer Centenario del Inicio de la Guerra de Independencia, organizado por la Junta Patriótica de Gómez Palacio, Durango, donde hubo expresiones en contra de la dictadura porfirista, dos meses antes del estallido del movimiento armado del 20 de noviembre. La manifestación fue dirigida por don Dionisio Reyes, que encabezaba la Junta Patriótica y mantenía constante comunicación con Francisco I. Madero; también participaron: Juan Pablo Estrada Lozano y Ventura Olvera, Francisco Amparan y Ezequiel Guillén, precursores de la Revolución Mexicana en La Laguna.

El 15 de septiembre es considerado por algunos historiadores, como la fecha de instalación de Gómez Palacio como pueblo, ya que ese día de 1885, el español Epigmenio Rodallegas, primer poblador en instalarse formalmente, recibió de parte de don Santiago Cristóbal Lavín Cuadra el testimonio en escritura pública, otorgada en la Villa de Lerdo ante el Escribano Público licenciado José Sariñana, de cesión de terreno con fines habitacionales en la Estación Lerdo del Ferrocarril Central Mexicano. El 12 de enero de 1886, esa escritura fue la primera en ser registrada oficialmente.

El 15 de septiembre, pero de 1922, durante la administración municipal gomezpalatina de Benito Rubio, fue develada en la Plaza "Juárez", la estatua dedicada al Benemérito de las Américas, Benito Pablo Juárez García, creada a iniciativa del Presidente Municipal y de la Junta de

Mejoras Materiales de la ciudad. Datos del libro: "Efemérides de La Laguna de Durango y Coahuila", de Raúl Antonio Meraz Ramírez, en proceso de edición.

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