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Contexto lagunero

Vigente después de 48 años

JUAN MANUEL GONZÁLEZ

“La mayoría de ustedes morirá cerca del año 2015. En estos cuarenta y cuatro años de vida productiva(1971-2015, n. del a.) ¿Cuál será su evolución como profesionales? ¿Cuál será la evolución de las empresas para las que trabajarán? ¿Cuál será la evolución de nuestra sociedad?”. Así inició, hace 48 años, su discurso a la generación de graduados 1971 de ITESM, el Dr. Roger Díaz de Cossio.

El Dr. Díaz de Cossio, hombre sumamente visionario, fue subsecretario de educación (con Víctor Bravo Ahuja y con Fernando Solana), Diseño, propuso e influyó para fundar el Instituto Nacional de Educación para Adultos, el Consejo Nacional de Fomento Educativo, la Telesecundaria (calificada en su momento como innovación mundial), el Programa de Primaria Para Todos, el Correo del Libro, el Conalep y la descentralización de la SEP.

Fue muy específico en su discurso cuando les dijo a los graduandos: “Hay una disciplina que se llama prospectiva, que estudia estas cuestiones de un modo serio. No pretendo cultivarla, lo que, si voy a tratar de hacer, es plantear de un modo grueso, pintar con brocha gorda, algunas de las tendencias que se observan actualmente, para hacer conclusiones obvias” “Antes de contestar las preguntas anteriores sería necesario reiterar que vivimos en una sociedad en continua transformación, donde los cambios en todos los órdenes se suceden cada vez más rápidamente. Esta es la característica de nuestro tiempo. No es exagerado afirmar, entonces, que cualquier tendencia que ahora se observa, se acelerará en el futuro”.

“Si hubiéramos celebrado esta graduación hace un siglo, en 1871, nos encontraríamos en los inicios de la primera revolución industrial, que empezaba a mecanizar el trabajo manual. Habríamos tenido una vida tranquila enmedio de sociedades inmensamente agrícolas. Habríamos trabajado por nuestra cuenta, como parte de pequeñas organizaciones familiares o como parte de minúsculos equipos de trabajo, y habríamos muerto después de una vida en que no era muy distinto lo que empezábamos haciendo al salir de la escuela, y lo que hacíamos al morir a principios del siglo XIX”.

“Si hubiéramos celebrado este acto en 1951, las perspectivas habrían sido diferentes. Sin saberlo, estaríamos ante la segunda revolución industrial, la de las computadoras, que todavía vivimos. Se planteaban las bases para mecanizar el trabajo mental. Habíamos tenido que volver a la escuela en diversos períodos. Nuestros hijos habrían resultado ser personas muy distintas a nosotros. Habríamos pertenecido a grandes organizaciones y muy pocos estaríamos trabajando por nuestra cuenta, en el sentido de las profesiones liberales en que nos habríamos educado”.

“Nuestro actual desafío es poder adaptarnos al cambio con una base lógica de sustentación emocional, viendo cada día la transformación de nuestros principios”.

Continuó diciendo: “Contrariamente a la tendencia apuntada en la primera mitad del siglo XIX -generar organizaciones burocráticas y jerárquicas cada vez mayores-, lo que apunta actualmente es una orientación marcada hacia organizaciones basada en núcleos pequeños de profesionales muy capaces: organizaciones por proyecto”.

“No obtendrán seguridad en labrarse un nicho en una jerarquía, sino a través de su capacidad de adaptación a muchas condiciones y problemas, de su capacidad de aprender cosas radicalmente distintas, de aplicarlas con éxito a la solución de problemas diversos, inesperados, nuevos y urgentes”.

“Se enfrentarán a problemas cada vez más complejos, de los que no saben nada, ni siquiera cómo plantearlos. Problemas en donde no bastan los conocimientos que ofrecen las ciencias, ni las destrezas que dan las ingenierías, ni las rutinas aprendidas en la economía y en la administración; serán problemas en donde deberán intuir o entrar en contacto con las humanidades, las ciencias sociales y la política”.

“Cambiarán ustedes de trabajo y de tipo de actividad con mucha más frecuencia que sus padres. Todo lo que ahora llamamos servicios administrativos estará automatizado y existirán muchos menos niveles verticales en las organizaciones”.

“Nunca llegarán a dominar nada permanentemente. Deberán pensar que para realizarse tendrán que estar en continua transformación, en continuo aprendizaje. Este permanente aprender y reaprender, organizar y reorganizar, examinar y reexaminar, será la esencia del futuro. En la medida en que permanezcan solo con las ideas y conocimientos que ahora tienen, entrarán en diversos estados de angustia”.

“Representan ustedes una minoría selecta, privilegiada, de nuestra población: la que tuvo la oportunidad de terminar una licenciatura. No más de cuatro mexicanos de cada 100, de su edad, tiene oportunidad de terminar una carrera”.

“La sociedad mexicana está en manos de grupos como ustedes, en manos de generaciones jóvenes, entrenadas, con deseos de cambio. Preguntábamos ¿Cuál será la sociedad del futuro? La que ustedes hagan, con su capacidad creadora, con sus deseos de servirla, con su imaginación”.

Estas reflexiones que muestra el discurso del Dr. Díaz de Cossio continúan vigentes. Solía bromear diciendo que no sabia a ciencia cierta quien era él, ya que tuvo un hermano gemelo que falleció al nacer. El Dr. Roger Díaz de Cossio falleció el 22 de diciembre de 2017.

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