Una tragedia que las autoridades dicen se pudo haber prevenido. (INTERNET)
Un bombero de Pensilvania perdió a sus tres hijos durante un incendio en una guardería en la que los menores pasaban la noche, todo mientras él atendía un llamado que resultó ser una falsa alarma.
En total fallecieron cinco niños, de entre ocho meses y siete años de edad en el incendio de la guardería de la ciudad de Erie. Se cree que el fuego inició a causa de una sobrecarga eléctrica y las autoridades declaran que es posible que la tragedia se hubiera evitado de tener más detectores de humor, pues sólo contaban con uno, ubicado además en el ático.
Por su parte Luther Jones, padre de familia y bombero voluntario, debió salir a trabajar a un llamado de emergencia que resultó ser una alarma de incendios que no estaba funcionando bien, detalla la agencia Ruptly.
DA.