Oswaldo Alanís, de penal, cerró la cuenta en casa de las Chivas. (JAM MEDIA)
El Guadalajara ya hizo del estadio Akron una fortaleza. Segundo triunfo en casa, para doblegar a un desinflado Atlético de San Luis, por 3-0.
El Rebaño no se guardó nada ante los potosinos. Tampoco el estratega rojiblanco Tomás Boy, quien al final hizo su baile de júbilo, porque se ganó y con contundencia.
Accidentado arranque para los pupilos del Jefe, sobre todo para Jesús Molina, quien se llevó un fuerte golpe en la cabeza. Sangre que mezclada con el sudor anticipaba que las Chivas no iban a regalar nada ante su gente.
Apenas corrieron cuatro minutos del cronómetro y la pizarra ya estaba a favor de los locales, luego de una brillante jugada de Javier López, que aguantó la marca, para sacar un disparo bien colocado al costado izquierdo del arquero Carlos Rodríguez.
Una falta dentro del área fue rectificada en el VAR por el silbante, quien no tardó en marcar la pena máxima para los tapatíos. Al cobro, Alan Pulido (65'), para reventar las tribunas en festejos, acto que se repitió en la recta final, con otro penalti que Oswaldo Alanís aseguró el resultado.