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Arrecia la guerra de cifras en México

PABLO ÁLVAREZ ICAZA LONGORIA

"Yo tengo otros datos", así le respondió el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) al periodista Jorge Ramos, en aquella famosa mañanera cuando se discutía si la inseguridad había mejorado o empeorado en los primeros meses de esta administración, y se ha vuelto parte del choteo cotidiano de los opositores a la 4T, que nos hizo recordar la famosa frase deVicente Fox: “¿Y yo por qué?”.

De nueva cuenta el ambiente se caldeó cuando el mandatario presumió muy orondo durante la conferencia mañanera, luego de que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) difundió las cifras de las estimaciones oportunas del producto interno bruto (PIB) a las 06:00 horas, que no se cumplió el pronóstico de especialistas que anticipaban una recesión “técnica” durante el segundo trimestre, al registrarse un alza de 0.1% respecto al primero, evitándose dos caídas consecutivas.

Sin embargo, sí observamosuna preocupante desaceleración del PIB, que podría llevarnos a una recesión como lo ha establecido la tendencia que lleva el índice coincidente de la actividad económica, que es el indicador que marca el ciclo económico y que continuará cayendo en mayo, de acuerdo con las cifras que serán divulgadas mañana por Inegi, pero que nadie sigue porque los medios y las consultorías siguen utilizando el criterio arcaico de las caídas del PIB.

Esa trayectoria llevó al Fondo Monetario Internacional (FMI) a revisar a la baja la estimación de crecimiento de este año a 0.9% la semana pasada y ayer (miércoles) a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) a 1%. La tendencia a la desaceleración no es exclusiva deMéxico, y por ello la Reserva Federal (Fed) decidió reducir el rango objetivo para la tasa de referencia en 25 puntos base, a entre2% y 2.25%, con dos votos en contra de los presidentes de la Fed de Kansas City, Esther George, y de Boston, Eric Rosengren, quienes no están convencidos de que haya un marcado debilitamiento de la economía de Estados Unidos, y probablemente les disgustó la presión que ejerció al respecto el presidente Donald Trump.

La determinación de laFed ayudará a que la Junta de Gobierno del Banco deMéxico (Banxico) en su próxima reunión (15 de agosto) replique el movimiento de la tasa interbancaria a un día y la baje de 8.25% a 8%. AMLO, emulando a su homólogo estadounidense, también insistió en que se debía reducir la tasa de interés.

El presidente mexicano, aunque tiene más control sobre la política de gasto, no evitó que el programable se contrajera 5.6% en términos reales durante el primer semestre de 2019 y respecto al mismo periodo del año pasado, o que el gasto neto pagado se redujera 4.5%, esto es, 13 mil 485 millones de pesos corrientes, pero que la disminución fuera de 174 mil 484 millones de pesos respecto al programado.

La reducción más fuerte se dio en los ramos autónomos (17.1% real), por lo que la queja de que se les está estrangulando está fundamentada. Los ramos administrativos también fueron castigados con una reducción real de 10.7%, aunque con grandes diferencias entre ellos. Por el discurso oficial, se esperaría aumento del gasto de Pemex y CFE; sin embargo, se observaron caídas de 3.1% y 6.1%, respectivamente.

Para hacer frente al debilitamiento económico, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) hizo el anuncio de un conjunto Acciones para Apoyar la Economía el pasado 29 de julio, ante la evidencia de que las cosas no van bien.

La línea discursiva destacaba que era un problema que venía del exterior: “(1) tensiones comerciales, principalmente entre Estados Unidos de América y China, y (2) tensiones geopolíticas en algunas regiones del mundo, entre las que destacan la salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) y conflictos de diversa índole en Medio Oriente”, como así ha sido tradición en la dependencia.

Lo paradójico del asunto fue que mientras la SHCP alentaba a incrementar el gasto de infraestructura y ampliar el crédito a la banca de desarrollo, el Presidente hacía un llamado a intensificar la austeridad en el diseño del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), cuyo proyecto se entregará el 8 de septiembre.

Sin embargo, el problema de las finanzas públicas está más por el lado de los ingresos, ya que durante el primer semestre de 2019 apenas crecieron 0.1% en términos reales respecto al mismo periodo del año anterior. Esto se debe a que los ingresos petroleros cayeron 16.7%, pero los no petroleros crecieron 4.5%.

El hecho de que la actividad económica se ha estado debilitando se reflejó en que los ingresos por el Impuesto Sobre la Renta (ISR) crecieron únicamente 1.5% entre enero y junio de 2019, y que lo recaudado por el Impuesto al Valor Agregado cayera 0.4%, los cuales están muy vinculados a su desempeño.

El Informe de la situación de las finanzas públicas del segundo trimestre de 2019 es un claro ejemplo de que la diferencia entre el gasto observado y el programado es muy distinta a la que hay con el realizado en el primer semestre de 2018. Pero también muestra que la caída del gasto programado de debe a que los ingresos observados han sido menores a los esperados, mandando una señal de disciplina fiscal.

Ni modo, así son los economistas.

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