El dueño dice que algunos todavía prefieren irse descalzos con tal de llevarse un suvenir. (INTERNET)
El propietario de un bar en la ciudad de Gante, Bélgica, ha encontrado la manera de que los clientes no se roben los vasos de cerveza de su establecimiento: haciéndolos dejar sus zapatos a la entrada.
El bar Dulle Griet pide como garantía a sus clientes sus zapatos, que se dejan en una canasta a la entrada del lugar, y que cuelga del techo, que se les devuelven a la salida.
“Cualquiera que beba la cerveza de nuestra casa debe entregar su zapato. Luego los ponemos en una canasta que ponemos cerca del techo. La canasta ahora se ha convertido en una atracción, pero para nosotros sigue siendo una garantía. Los vasos son bastante caros, porque los hemos fabricado especialmente para nosotros”, comenta el dueño Alex De Vriendt.
DA.