Menores entre 9 y 11 años son los que menos prejuicios tienen, según señaló la Conapred a través de la ENADIS.
Las niñas y los niños se encuentran particularmente abiertos a convivir con grupos que históricamente han sido discriminados, señaló el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
Destacó que la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2017 midió por primera vez valores y actitudes para observar que existen avances importantes, ya que las nuevas generaciones se muestran más abiertas a la diversidad, a los cambios sociales y culturales.
El Conapred citó que, de acuerdo con la ENADIS, la población entre los nueve y 11 años de edad es la que menos prejuicios tiene, ya que ocho de cada 10 está en desacuerdo con frases como: "es mejor tener la piel blanca", "los hombres no deben llorar" y "los pobres están en esa situación por flojos".
Este grupo de edad también expresó que aceptaría tener como amigos a niñas y niños con discapacidad (95 por ciento), de otro país (90 por ciento), de otra religión (91 por ciento) e indígenas (87 por ciento).
De acuerdo con la Encuesta Nacional, existe un cambio generacional en la apertura a la diversidad, ya que las personas de 18 a 29 años aceptan más ampliamente (67 por ciento) que en México haya un presidente homosexual (gay o lesbiana) frente a 32.5 por ciento de personas de 60 años o más que lo aceptaría.
Con relación al matrimonio igualitario, 67 por ciento de las personas de 18 a 29 años estaría de acuerdo en que su hija o hijo se casara con alguien de su mismo sexo, mientras que el 36 por ciento de las personas de 60 años o más lo aceptaría.
Por otro lado, reveló que 31 por ciento de niñas y niños de nueve a 11 años han vivido diversas situaciones asociadas a la discriminación en sus casas, tales como humillaciones, burlas, golpes o hacerles sentir miedo.
Se reveló que el siete por ciento de la población justifica pegarle a una niña o niño para que obedezca, según la ENADIS.
Agregó que, en el ámbito escolar, el 41 por ciento de niñas y niños de nueve a 11 años han experimentado diversas formas de violencia por parte de sus compañeros como: burlas, apodos, rechazo, así como el que se les prohíba participar en juegos, ser obligados a hacer algo que no quieren o ser despojados de su dinero u otras cosas.
