Para Alberto Fernández, candidato a la presidencia de Argentina, el país necesita una Argentina más justa. (ARCHIVO)
El candidato presidencial del Frente de Todos a la presidencia argentina, Alberto Fernández, afirmó ayer que jamás peleará o romperá con su compañera de fórmula y candidata a la vicepresidencia, la exmandataria Cristina Fernández.
"¡No voy a romper nunca con Cristina!", dijo en entrevista al diario La Nación, en la cual se pronuncia por todos los sectores sociales del país sudamericano, ya que "todos somos importantes en el desarrollo de Argentina".
"Una Argentina más justa no es que alguien pierda, sino que todos ganen en la medida en que deben ganar. No puedo entender un capitalismo que funcione sin consumidores. Nosotros tenemos que garantizar el consumo", afirmó.
Se pronunció también por el control del déficit fiscal, y recordó que de los pasados 120 años de la historia argentina, los únicos cinco consecutivos en que hubo superávit fiscal ocurrieron cuando él fue jefe de gabinete.
Fernández ocupó dicho cargo de 2003 a 2008, cuando el fallecido Kirchner gobernó el país, y en el inicio del mandato de su sucesora y esposa Cristina Fernández, ahora senadora, quien busca regresar al poder en los comicios de fin de año como vicepresidenta.
Advirtió que en el país sudamericano "no hay presos políticos", pero si "detenciones arbitrarias" con "tufillo político".
Reconoció que ha sido crítico de la segunda gestión de su ahora compañera de fórmula Cristina Fernández, por ejemplo, el déficit fiscal y el llamado "cepo cambiario", que restringe la compra de dólares desde el 1 de noviembre de 2011, pues si bien la divisa no sale, tampoco entra.
También recordó que cuestionó el ocultamiento de la pobreza, y si bien acepta que tuvieron una razón de ser, insistió en que él hubiera preferido no hacerlas.
Precisó que durante el gobierno de la pareja Kirchner "hubo un esquema de subsidios mal usado por empresarios. Recibieron subsidios y no hicieron las obras. Evidentemente algo falló".
Adelantó que revisará la reforma que se hizo al sistema de pensiones en 2017, pues empobreció y engañó a los jubilados.
