En Brasil, los manifestantes izaron frente a la sede del Congreso gigantes muñecos con las figuras de Lula con traje de rayas.
Cientos de personas se dieron cita ayer domingo en varias ciudades de Brasil para apoyar a Sergio Moro, ministro de Justicia del Gobierno de Jair Bolsonaro, enlodado por unas conversaciones que han puesto en duda su imparcialidad cuando como juez de la operación Lava Jato condenó a Luiz Inácio Lula da Silva.
Además del respaldo al ministro, los participantes, en su mayoría familias, salieron pacíficamente a las calles para apoyar la polémica reforma del sistema de pensiones y jubilaciones, próxima a ser votada en el Congreso y con la que el Gobierno pretende reducir la enorme deuda fiscal de Brasil.
Aunque la participación fue masiva en las principales ciudades del país, no cubrió los más de 200 municipios que habían sido confirmados por los organizadores.
Las protestas sucedieron en 64 municipios, en 22 de los 27 estados de Brasil.
Las mayores concentraciones se registraron en Sao Paulo, Río de Janeiro, Brasilia, Belo Horizonte y Salvador, donde el ministro fue aclamado como héroe por sus seguidores.
En Brasilia los manifestantes izaron frente a la sede del Congreso de la República gigantes muñecos inflables de Moro como Superman y de Lula con traje de rayas, en una metáfora visual con la que buscaron identificar al exjuez como un héroe por haber llevado a la cárcel al exmandatario, acusado por corrupción.
En el acto de apoyo al exjuez participó el ministro del Gabinete de Seguridad, Augusto Heleno Ribeiro, quien fue ovacionado cuando dijo que aquellos que están poniendo a Moro contra la pared están buscando liberar a "una banda de canallas de la prisión".