Personal de seguridad de la nación turca, así como fiscales, recibió condenas de entre 17 y 26 años.
El Tribunal Supremo de Turquía ha confirmado este viernes las condenas de hasta 26 años de cárcel para decenas de fiscales y miembros del cuerpo policial de la Gendarmería que investigaron en 2014 un caso de envío de armas a Siria.
Un general y un coronel de la Gendarmería, un cuerpo policial adscrito a las Fuerzas Armadas, así como cuatro fiscales de alto rango recibieron condenas de entre 17 y 26 años.
Todos están acusados de "acceder a secretos de Estado", de difundir estos secretos y, además, de formar parte de la cofradía del predicador exiliado Fethullah Gülen, perseguida en Turquía desde 2015.
Los fiscales ordenaron en enero de 2014 detener a varios camiones que se dirigían a Siria con una carga declarada como ayuda humanitaria, pero los agentes de la Gendarmería que efectuaron el registro dijeron haber hallado armas.
Desde las máximas instancias del Gobierno llegaron órdenes de interrumpir el registro, se confirmó que los vehículos iban acompañados por agentes de los servicios secretos (conocido por las siglas MIT), y finalmente los camiones continuaron camino.
Las imágenes de la carga de armas fueron entregadas al diario Cumhuriyet, que las publicó en 2015, desencadenando un proceso judicial contra el director del diario, Can Dündar, actualmente exiliado en Alemania.
En el caso juzgado por el Supremo están acusadas 54 personas, de las que 15 recibieron penas algo menores, de entre 4 y 15 años de prisión, por "acceder a documentos relativos a la seguridad del Estado" y pertenecer a la cofradia de Gülen, mientras que el resto fue absuelto de todos los cargos.
La cofradía de Fethullah Gülen, cuyos miembros ocupaban importantes puestos en Policía, Judicatura y Administración, fue durante una década un estrecho aliado del partido islamista AKP, que gobierna Turquía desde 2002, pero a partir del 2013 se enfrentó al Gobierno en una cruenta lucha de poder.
