Fanático de la canción 'A mi manera', a Campos sólo le faltó la oportunidad para ir a Grandes Ligas.
La serie en que visitan los Piratas de Campeche a los Algodoneros del Unión Laguna y que esta noche terminará, tiene un significado especial para los aficionados laguneros, quienes tendrán oportunidad de ver por última vez, como pelotero activo, a quien ya es un histórico de la pelota mexicana, el lanzador Francisco Campos, mejor conocido por su genial apodo de "Pancho Ponches".
Poniendo fin a una brillante carrera, Francisco Campos Machado está en su temporada de despedida, la cual anunció antes de que se cantara el "playball", teniendo como META el llegar a la cifra de 200 victorias, de la cual está muy cerca, pues ya ostenta 199 triunfos de por vida.
Desafortunadamente para la afición lagunera, no le corresponde a "Panchocolates" lanzar en el estadio de la Revolución, debido a que abrió juego apenas el pasado domingo, por lo que su turno en la rotación llegará hasta el próximo sábado, en Saltillo; de cualquier manera, será esta noche la ocasión ideal para que los aficionados locales puedan despedir como se merece, a un futuro miembro del Salón de la Fama del beisbol mexicano.
DE CÁTCHER A LANZADOR
Nativo de la Heroica Guaymas, Sonora, donde vio la primera luz un 12 de marzo de 1972, desde que era un bebé mostraba pinta de pelotero, aprendiendo los fundamentos del Rey de los Deportes en la Liga Infantil Sector Pesca, de su tierra natal. Procedente de una familia beisbolera, con un tío que fue pelotero profesional y su padre y hermano jugando pelota en equipos locales, "Panchito" pronto dio de qué hablar, destacando como bateador y lanzando su primer juego sin hit ni carrera, cuando apenas contaba con ocho años de edad.
Como todo niño, Campos desarrolló su gusto por batear y exhibía su habilidad para jugar diversas posiciones a la defensiva, pero también supo obedecer a su mánager, cuando le pidió subir al montículo, donde mostró un control de sus picheos, superior al resto de los niños de su edad. Adoptó la posición de cátcher como su lugar a la defensiva, pero el prodigioso brazo, con el que continuamente ponía out a quienes osaban intentar robar la segunda base, llamó la atención de scouts, firmándolo cuando tenía 16 años.
Lo enviaron a la desaparecida Academia de Pastejé, donde se forjó como receptor y fue firmado por la organización de los Astros de Houston, viajando a Florida para reportar con el equipo sucursal, pero su bateo quedó mucho a deber. Regresó a México y siendo propiedad de los Acereros de Monclova, fue a jugar a la Liga Tabasqueña, donde sufrió una grave lesión y el equipo de Coahuila lo cambió a Campeche, gran error.
El mánager Javier "Escopeta" Martínez le detectó cualidades de lanzador y lo invitó a probar suerte, Hugo Lizárraga le enseñó a lanzar el "tenedor" y el resto es historia. 26 temporadas en Liga Mexicana, logró la hazaña de ganar la Triple Corona de picheo en 2004, con 12 ganados y 2 perdidos, 99 ponches y microscópica efectividad de 1.47. El 5 de junio de 2008 lanzó un juego sin hit ni carrera (de 7 entradas) ante los Pericos de Puebla.
PÍCHERS
en la historia de la LMB, han
logrado la hazaña de ganar la Triple Corona.
