Al tratarse de recursos que se etiquetaron desde su origen para el pago de los bonos, ese dinero del impuesto que pagan los pasajeros no se puede tomar para la construcción del aeropuerto de Santa Lucía ni para ampliar la terminal Benito Juárez. (ARCHIVO)
Los pasajeros del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México tendrán que pagar durante los próximos 19 años los compromisos financieros que dejó la cancelación de la terminal de Texcoco.
Los ingresos que se generan con la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA), que en cualquier parte del mundo se utilizan para la expansión y modernización de las terminales aéreas, en México se irán a pagar la deuda de 6 mil millones de dólares de bonos y 30 mil millones de pesos en certificados fiduciarios en la Fibra E.
Al tratarse de recursos que se etiquetaron desde su origen para el pago de los bonos, ese dinero del impuesto que pagan los pasajeros no se puede tomar para la construcción del aeropuerto de Santa Lucía ni para ampliar la terminal Benito Juárez.
"México es un caso único en el mundo, porque todas las TUA se pagan para mejorar un aeropuerto y para su expansión, y nosotros estamos pagando para financiar la deuda de una decisión gubernamental que fue en el sentido de tirar toda la inversión y asumir la deuda", dijo el abogado en derecho constitucional y aeronáutico Rogelio Rodríguez.
Por si fuera poco, la TUA que pagan los pasajeros en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México es la segunda más cara en el mundo, con una tarifa de 23.80 dólares en vuelos nacionales y de 45.2 dólares en internacionales. Solamente es más elevada la de Heathrow en Londres, Inglaterra, la cual es de 58.10 dólares.