Salvación. La poesía ha representado par Isabel una manera de superar los momentos díficiles.
Libros con hojas laceradas por el tiempo llamaron su atención cuando tenía 10 años de edad, fue en la casa de una de sus abuelas que los encontró y se adentró en ellos. Recuerda que al pasar de página aprendió algunas cosas sobre el renacimiento. Luego, una de sus tías le presentó a Mario Benedetti y navegó entre sus versos, mismos que la llevaron a conocer la isla de la palabra escrita.
Isabella Vázquez Ibarra aceptó desde temprana edad que su expresión encontraría salida a través de una hoja en blanco. Un verso aquí, y otro allá, no podía evitarlo.
"Durante toda la secundaria escribí poemas pero nunca les daba importancia. Fue hasta la universidad que nos pusieron un ejercicio con un libro de Elena Poniatowska que era Querido Diego, te abraza Quiela, y ahí no se por qué de repente me surgió volver a escribir".
La joven escritora tiene 25 años de edad y se encuentra en la creación de su segundo libro elaborado de manera individual.
En 2017 presentó "Rumbo al quebranto", un poemario que centra su temática en el proceso de una relación amorosa, desde que empieza hasta que termina.
Así mismo, la pluma de esta joven lagunera fue parte de un compendio colectivo titulado "Un lugar menos común", en el cual participaron varios escritores de La Laguna con cuento, poesía y ensayo.
LA INFLUENCIA Y EL ARRANQUE
El surrealismo de Alejandra Pizarnik es una fuerte influencia en de la palabra escrita de Isabel, que comparte que fue en un taller de redacción al que acude en Torreón que definieron su estilo como erótico sentimental.
"Me gusta mucho jugar con el erotismo, pero al mismo tiempo soy muy romántica, cursi y sentimental".
Al preguntarle qué encontró en la poesía que en otro género no, la joven respondió "fue como una libertad porque en los cuentos le tienes que meter a lo mejor mucha historia ficticia y al menos en los poemas siempre trato de que sea lo que realmente pasó y siento. Una esencia más pura que a lo mejor a veces le meto poquita ficción pero el 80 por ciento es real. La poesía fue como una terapia porque hace como casi tres años maso menos tuve un evento fuerte y mi terapeuta me dijo que empezará a escribir cómo me sentía para empezar a desahogar. También agarré más a la poesía como un sustento".
PROCESO CREATIVO
Isabella sale a la calle con libreta y pluma en mano por si la inspiración le llega de pronto, y si por alguna razón no carga con esos fieles elementos, registra los versos en la grabadora de su celular. Lo importante es que su ideas no se pierdan sin haber sido registradas.
Asegura que los pensamientos le brotan de pronto, puede estar en medio del tráfico o conversando con un amigo, cuando de manera natural ya se le impuso una idea a la cabeza, la cual siente que debe bajar al papel.
"A veces escribo de las situaciones que me están pasando en ese momento y hay otros que dentro de la plática se me ocurre algo y lo tomo para empezar la poesía. Por ejemplo un amigo me está contando su historia con su novia a lo mejor de ahí me agarro para escribir o de alguna reflexión, es expontanea. También ocurre que voy en el tráfico y se me empiezan a ocurrir versos y hago una nota de voz y la grabo y luego ya después las redacto bien y las reviso".
SU MATERIAL
Actualmente su genio trabaja en su segundo material que realizará de manera individual y que se titulará "En cualquier parte del sueño", mismo que tiene pensado sacar a finales de este año.
Cabe destacar que es egresada de la carrera de Ciencias de la Comunicación y actualmente labora en una agencia de publicidad, pero confiesa que dentro de algunos años desea dedicarse única y exclusivamente a escribir, que es lo que realmente le apasiona.
