El accidente del Sukhoi Superjet-100, el primer avión depasajeros ruso postsoviético, que dejó este domingo 41 muertos, supone un serio revés para la industria aeronáutica del país, aunque las autoridades piden no sacar conclusiones precipitadas.
“No hay motivos (para impedir la explotación de los SSJ-100)”, dijo este lunes el ministro de transporte, Evgueni Ditrij.
Por su parte, la agencia de aviación rusa tam bién consideró prematuro hablar de una posible suspensión de los vuelos del SSJ-100.