Chicago, que era en ese entonces la segunda ciudad más poblada de Estados Unidos, se convertía en un centro urbano donde los trabajadores comenzaban a verse fatigados física y anímicamente por las condiciones laborales.
A la par, diversos movimientos empezaban a gestarse en ciudades como Nueva York, que presionaban por una jornada laboral de ocho horas, la cual fue aprobada por el presidente Andrew Johnson.
Varios estados se mostraron en contra de la nueva ley, sancionaron con jornadas de hasta dieciocho horas. Asociaciones sindicales y trabajadores se rebelaron contra tal proceder.
En Chicago, un día como hoy pero del año 1886, doscientos mil trabajadores iniciaron una huelga general denunciando las condiciones laborales que eran las peores del país; policías y rompe huelgas intentaron disolver las manifestaciones, provocando que derivaran en la llamada "Revuelta de Haymarket", en la que veinte mil personas fueron reprimidas y hubo saldo rojo, ocasionando la declaración de estado de sitio y toque de queda.
Estos fueron los comienzos de la búsqueda de una jornada laboral y condiciones de trabajo más humanas. Como dato histórico vale mencionar que debido a esta huelga se eligió el primero de mayo como Día Internacional del Trabajo, fiesta del movimiento obrero y jornada de lucha reivindicativa.