La decisión es criticada y, señalan, también innecesaria. (INTERNET)
El gobierno de Nueva Zelanda está siendo criticado por gastar 700 mil dólares, que son aproximadamente un millón de pesos, en colocar máquinas para raspados en diversas prisiones del país.
La medida fue tomada como una forma de combatir la incomodidad que puede producir entre los empleados el calor de verano que azota la zona en estos momentos.
De acuerdo con el Partido Nacionalista, se instalaron 193 máquinas en 16 lugares diferentes, mientras que el líder de este partido, Simon Bridges, llama a la decisión un desperdicio de recursos e impuestos.
Oficiales opinan lo contrario y defienden la medida, diciendo que las altas temperaturas pueden crear un ambiente tenso que dé pie a crear fricciones con los reclusos, de ahí la importancia de mantener al personal a gusto, reporta el diario The Guardian.
Andy Milne, comisionado nacional interino del Departamento de Correccionales, dijo: "La situación tenía el potencial de aumentar significativamente la tensión y agresión de los prisioneros, y un verdadero riesgo de que los prisioneros o el personal terminaran gravemente heridos como resultado".
Las máquinas no son la única medida que se ha tomado para ayudar al personal a combatir el calor, también se les han dado toallitas húmedas y ventiladores personales a los empleados.
DA.