Carteles advirtiéndole a la comunidad de la necesidad de vacunarse contra el sarampión en Pomona, Nueva York. (AP)
Como parte de sus esfuerzos para contener un brote de sarampión, las autoridades de Nueva York cerraron más escuelas, impusieron más multas y buscaron el lunes apoyo en la legislatura para eliminar las exenciones religiosas para la aplicación obligatoria de vacunas.
Funcionarios federales han reportado hasta ahora 704 casos de sarampión en Estados Unidos desde el 1 de enero, la mayor cantidad desde 1994, cuando fueron detectados 963 casos en todo el año. La mayoría de los casos se han registrado en la ciudad de Nueva York y el condado Rockland, casi todos entre miembros de las comunidades judías ortodoxas.
El departamento de salud de la ciudad de Nueva York informó el lunes que hasta el momento ha emitido citatorios para 57 personas que no han acatado una orden de emergencia lanzada este mes que exige que los habitantes de ciertas zonas de Brooklyn reciban la vacuna contra el sarampión. Si tales son ratificados en una audiencia, cada persona que no acuda a vacunarse podría recibir una multa de 1,000 dólares.
Las autoridades anunciaron el cierre de dos escuelas más por no excluir a alumnos que no demostraron que han sido vacunados, lo que elevó a siete el número de escuelas cerradas durante el brote.
Y en la capital del estado, Ed Day, jefe de gobierno del condado Rockland, se sumó a legisladores en un evento en apoyo a la revocación de una ley estatal que autoriza exenciones a la vacunación con base en creencias religiosas. Day abogó por la aprobación de una propuesta de ley que eliminaría de inmediato la exención a la vacunación por cuestiones religiosas.