Nada es perfecto en la vida. Es cierto, la Selección Mexicana de futbol ha acusado importantes progresos, los que debe todavía mejorar para llegar en óptimas condiciones al próximo campeonato mundial. Claro después de conseguir el boleto.
Una calificación que ya parece próxima, dados los compromisos en casa que quedan y el buen nivel que va mostrando el Tri en todo lo que hace últimamente. Esta Copa Confederaciones en la que acaba de participar, México ha dejado buena impresión.
Lamentablemente, Ricardo Osorio, un buen jugador, un muchacho que había estado luciéndose desde el inicio, ha cargado con dos culpas que debe olvidarlas pronto para que continúe su carrera ascendente, pues es joven y promete mucho más en este mundo del futbol soccer.
A él le tocó fallar el penal en la parte llamada de muerte súbita ante Argentina. Y es que cuando iba a ejecutar la pena máxima se le veía exageradamente confiado y así la tiró. Del otro lado, Germán Lux estaba atento, sin parpadear, e intuyó muy bien el lado al que iba el balón.
Y ante Alemania, cuando en tiempos extras íbamos empatados a tres goles, Ricardo comete una falta en zona muy peligrosa que aprovecha Ballack para anotar el que sería el del triunfo. Un balazo que Oswaldo no podía detener con todo y sus reflejos.
Y decíamos que en esta vida nada es perfecto, porque los desplantes, los pleitos de Ricardo Antonio La Volpe con los medios, como que no deberían existir, pues mientras mejor ambiente se pueda reunir en torno de un objetivo es mil veces mejor.
