Filipinas se asienta sobre el 'Anillo de Fuego del Pacífico', una zona sísmica y volcánica sacudida por unos 7,000 temblores al año. (EFE)
Al menos once personas murieron ayer en Filipinas debido al terremoto de magnitud 6.1 que sacudió el centro de la isla de Luzón y que se sintió en varias provincias y Manila.
La gobernadora de Pampanga, Lilia Pineda, informó a medios locales que en esa provincia hay al menos tres muertos, una anciana y dos menores de 3 y 7 años, en diferentes barrios del municipio de Porac.
En Porac colapsó un mercado, donde se cree que hay al menos 40 personas atrapadas, por lo que el recuento de víctimas puede aumentar.
El epicentro del terremoto, ocurrido a las 17:10 hora local (9:10 GMT) se situó cerca de la localidad de Castillejos, en la provincia de Zambales, a unos 150 kilómetros al norte de Manila por tierra y fronteriza con Pampanga, donde se han registrado las víctimas.
En la provincia de Pampanga también ha sufrido daños el aeropuerto internacional de Clark, que permanece cerrado durante al menos 24 horas, y algunas carreteras, además de desplomarse el campanario de la iglesia de Santa Catalina de Alejandría, también en Porac.
El alcalde de Castillejos (Zambales), Jose Angelo Dominguez, confirmó que en esa localidad, la más próxima al epicentro del seísmo, no se han producido víctimas mortales ni graves daños.
El Servicio Geológico de Estados Unidos, que registra la actividad sísmica en todo el mundo, rebajó la magnitud del temblor a 6.1, después de haberlo situado inicialmente en 6.3.
El hipocentro del sismo fue localizado a 40 kilómetros de profundidad.