Se pierde tradición de platillos de Cuaresma

Se va perdiendo la tradición de comer platillos tradicionales de Cuaresma. Se estima una caída de 50 por ciento en el consumo de alimentos de este tipo.

La preparación de pipián con nopales y tortas de camarón, lentejas, garbanzos, torrejas rellenas de nuez y capirotada, son preparados año con año por Mayela Ruelas, propietaria de Antojitos Mayela, negocio ubicado en el Mercado Juárez.

Ella y su familia llevan a cabo esta tradición desde hace 22 años, aunque confesó que tiene 54 años vendiendo fruta y ahora también platillos típicos de la región y de Cuaresma.

Dijo que desde hace más de 20 años se viene preparando comida de Cuaresma, ya que es tradición que las familias laguneras acudan a comer o compren para llevar, pero lamentó que la tradición se vaya perdiendo al estar muy solo el lugar.

Indicó que tal vez la falta de clientes se deba a que las madres de familia ya no acostumbran a sus hijos a comer alimentos tradicionales de Cuaresma, como lentejas, pipián con nopales y tortas de camarón, garbanzo, capirotada o torrejas rellenas de nuez y queso con miel.

Indicó que, aunque las personas vayan este jueves y viernes santo al negocio a comprar alimentos de Cuaresma, la venta ya no se recupera.

"Ya lo perdido ya no se recupera, en dos días no se recuperarán las ventas".

Se quejó que anteriormente hacía varias cacerolas de pipián o lentejas, pero ahora el número se ha reducido a la mitad. Citó que, de 5 cacerolas de capirotada, ahora sólo hizo la mitad.

Pese a la menor demanda, indicó que a partir del miércoles de ceniza se comienza a preparar este tipo de platillos, es decir pasan 40 días y se venden durante 7 viernes, hasta la llegada de la Semana Santa.

Mayela junto a su familia atiende el negocio, para lo cual se comienza a trabajar desde las 3 de la mañana en el mercado para preparar el menú del día. Las personas acuden desde temprana hora (7 de la mañana) hasta las 5:30 de la tarde, tanto para desayunar, comer o llevar comida.