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A un siglo, OIT enfrenta desafíos

El mundo vive en permanente cambio tecnológico y social, reconocen expertos

La OIT, nacida de los acuerdos de paz de la Primera Guerra Mundial, cumple cien años con el reto de seguir protegiendo al trabajador del difícil futuro que traen la globalización y la robotización. En la imagen, vidriera en la sede de la OIT. (EFE)

La OIT, nacida de los acuerdos de paz de la Primera Guerra Mundial, cumple cien años con el reto de seguir protegiendo al trabajador del difícil futuro que traen la globalización y la robotización. En la imagen, vidriera en la sede de la OIT. (EFE)

AGENCIAS

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) se enfrenta tras un siglo de historia a desafíos como la pérdida de puestos de trabajo por el creciente uso de la robótica, pero esto no cambiará el foco del organismo hacia el empleo digno de los humanos, vaticina la subdirectora general del organismo.

"No nos veo protegiendo los derechos de los robots", destaca en una entrevista la "número dos" de la organización para Políticas, Deborah Greenfield, quien asegura que son otras las cuestiones que plantean la irrupción a gran escala de las altas tecnologías en el mercado laboral global.

"La cuestión es ver cómo desarrollar políticas que protejan a los trabajadores y a las empresas de algunos de los riesgos creados por el desarrollo de la robótica y la inteligencia artificial, como la privacidad o el control de los empleados", destaca en la sede del organismo en Ginebra.

"El reto está en ver si podemos usar la tecnología junto a los trabajadores para mejorar la calidad de los empleos", señala Greenfield.

La OIT, nacida el 11 de abril de 1919 durante la Conferencia de Paz de París tras la Primera Guerra Mundial, busca reforzar el contrato social con un nuevo documento marco sobre el futuro del trabajo que siente nuevas bases para el mercado laboral mundial, como en su día hizo la Declaración de Filadelfia de 1944.

Una nueva declaración, que según la subdirectora general podría adoptarse el próximo mes de marzo en la conferencia anual de la OIT, buscaría corregir los excesos de la robotización pero también responder a otros muchos retos, como la igualdad de género en el trabajo, el envejecimiento en muchas sociedades o la migración.

También el nuevo panorama que generan fenómenos como la economía de plataformas o colaborativa, al crear "modelos de negocio que presionan sobre la relación laboral tradicional y hacen que veamos a muchas personas fuera de ella, a veces clasificados como trabajadores independientes o con empleos temporales o parciales".

Greenfield recuerda a este respecto que "la informalidad del empleo continúa siendo uno de los grandes retos para muchas regiones del mundo", donde se calcula que seis de cada 10 trabajadores entran en este tipo de modelo de trabajo.

En un mundo en permanente cambio, con un empleo globalizado y a la vez atomizado, la OIT se enfrenta al reto de seguir avanzando en la protección de los trabajadores, mientras aumenta la percepción de que los derechos de éstos se van perdiendo y conceptos como lucha sindical o negociación colectiva se apagan.

"Nos queda mucho trabajo por hacer, mientras vemos una creciente desigualdad entre países y la concentración de la riqueza en manos de unos pocos", admite la responsable de políticas de la OIT, quien defiende pese a todo la validez del organismo y su constitución, "tal vez el contrato social más ambicioso de la historia".

Aunque afronte un futuro de incertidumbre, la OIT tampoco tuvo unos primeros cien años sencillos, marcados por todo tipo de problemas, desde la Segunda Guerra Mundial -que llevó al organismo a "exiliarse" de Ginebra a Montreal- a la posterior Guerra Fría, así como crisis económicas en 1929, 1973 o 2008 en las que los trabajadores siempre fueron los que más pagaron.

"La crisis financiera de 2008, como en su día la Gran Depresión (1929) nos impulsó a enfocarnos más en las políticas de empleo y la creación de un trabajo más decente", analiza Greenfield.

La globalización, que dio sus primeros pasos sobre todo a partir de la creación de la Organización Mundial del Comercio en 1995, ha sido otro dolor de cabeza para el organismo, ya que conllevó grandes cambios en la estructura laboral de todo el planeta, no siempre positivos.

"El diálogo que nos gustaría que hubiera entre actores económicos y sociales para integrar las dos políticas se ha vuelto difícil", reconoce la responsable de OIT.

La organización recibió en su 50 aniversario el espaldarazo de un Premio Nobel de la Paz por su lucha por un empleo digno: medio siglo después, esa lucha sigue en pie, amenazada por nuevos factores, y la OIT intenta sobrevivir a ellos, como sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial y a la dicotomía capitalismo-comunismo del Siglo XX.

Las tendencias que ya definen el mercado laboral

1. La tecnología está en todas partes. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2017, 80% de las personas en México tiene un teléfono celular, y de las personas que tienen un teléfono celular, 80% tiene un teléfono inteligente.

2.Inteligencia artificial, computación cognitiva y robótica. Con un sector manufacturero importante, México es un importador de tecnología de automatización industrial significativo. De acuerdo con el Departamento de Comercio de Estados Unidos, en 2015 México rebasó a Canadá como importador de automatización proveniente de Estados Unidos 2016.

3.Se generan nueve veces más datos. De acuerdo con el sitio de información AnalyticsWeek, se han generado nueve veces más datos en 2016 y 2017 que en toda la historia de la humanidad.

4.Trabajos vulnerables a la automatización. De acuerdo con el Instituto de Investigación de la Universidad de Oxford, para el año de 2014, 47% de los trabajos enfocados en tareas específicas podrían desaparecer.

5.Diversidad y cambios demográficos. Si bien la tecnología es un factor importante del cambio en el futuro del trabajo, hay otros aspectos muy relevantes que empiezan a moldear la cultura empresarial y de la sociedad.

6.La carrera y la vida de 100 años. El Foro Económico Mundial sugirió en 2017 que la edad de retiro aumentaría a setenta años en 2050. En efecto, si vamos a vivir más tiempo, necesitaremos trabajar durante un periodo extendido y las organizaciones deben estar preparadas para convivir con múltiples generaciones en el lugar de trabajo.

7.Explosión en el trabajo contingente. En muchos países se está viendo un incremento del segmento de trabajadores contingentes en la fuerza de trabajo. Muchas empresas han seccionado parte de sus actividades en contratos que ofrecen a través de plataformas abiertas a trabajadores independientes o freelancers.

8.Trabajo a distancia. La tendencia del trabajo remoto ha llegado a México, y una mayor cantidad de organizaciones están aprovechando esquemas de flexibilidad para administrar el crecimiento en el número de trabajadores, y adaptarse a una nueva cultura de trabajo que el talento requiere más comúnmente.

Cumplimiento del Estado

Para la doctora Kimberly Nolan, profesora e investigadora de tiempo completo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), uno de los principales desafíos de la OIT es desarrollar los medios para aplicar sus recomendaciones y monitorear el cumplimiento de sus convenciones por parte de los Estados.

En declaraciones a Notimex, la académica sostuvo que es difícil que los Estados cumplan todos sus compromisos, por lo que se necesitan nuevos instrumentos para monitorear a los miembros de la organización, que a su vez deben aceptar las nuevas reglas.

No obstante, Nolan también recordó que hay países que no tienen el suficiente desarrollo para cumplir los mandatos de la OIT y, en algunos casos, deben enfrentar la intervención del sector empresarial, cuyos intereses muchas veces limitan los derechos laborales.

El informe “Perspectivas sociales y del empleo en el mundo 2019”, divulgado por la OIT en febrero pasado, identificó como retos al trabajo informal, la desigualdad de género, la subutilización de la fuerza de trabajo y la pobreza, fenómenos que han crecido en diversas proporciones en distintos países afiliados.

“La persistencia de una alta tasa de informalidad, de desigualdad de género, de subutilización de la fuerza de trabajo y de pobreza laboral, ponen en evidencia la necesidad de redoblar los esfuerzos por aumentar tanto la cantidad como la calidad de los empleos en América Latina y el Caribe”, detalló el reporte.

“Hay más de 150millones de personas que están ocupadas en condiciones de informalidad en esta región, y alrededor de 20 millones de trabajadores se encuentran en situación de pobreza extrema o moderada”, advirtió el director de la OIT para América Latina y el Caribe, Carlos Rodríguez.

Al respecto, la investigadora de Flacso manifestó durante la entrevista que el resultado de estos fenómenos resulta en la precarización del trabajo, ya que aspectos como la seguridad social deben ser asumidos por el trabajador, que ya de por sí cuenta con ingresos inestables.

Expuso que en las actuales economías está proliferando la llamada “uberización” o los trabajadores independientes (free lance), empleos precarios que no están respaldados con todas las garantías que tienen otros trabajadores, como la seguridad social o la jubilación.

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