Columnas Social

TODOS PODEMOS ESCRIBIR LA HISTORIA DE NUESTRAS VIDAS

(PRIMERA PARTE)

(Primera parte)(Primera parte)

"La autobiografía es un documento, un testimonio que cruza la barrera del tiempo. Una vida común no deja por ello de tener su grandeza".

Desde mi ya lejana juventud, me interesaba conocer tanto de los ascendientes de mis abuelos paternos como maternos, de sus orígenes, dónde habían nacido, quienes habían sido sus padres, cuántos hermanos y hermanas habían tenido, a qué se habían dedicado. Lo único que recuerdo es que para cuando yo había nacido en 1942 en un hermoso terruño al norte de nuestro estado, de nombre Morelos, tan sólo sobrevivía el abuelo paterno de nombre Benito, mi abuela materna ya había fallecido, al parecer tres años antes de mi nacimiento, en 1939.

De mis abuelos maternos, don Enemensio y doña Carlota habían fallecido durante la epidemia de la influenza española durante 1917 o 1918, así como tres o cuatro de sus pequeños hijos, de tal manera de los que sobrevivieron pasaron a ser parte de don Constancio y su esposa doña María; al primero tampoco lo conocí, pero si a doña María, a los cuales nuestros padres nos enseñaron a conocerlos como los abuelos maternos.

Conforme fui creciendo, y de acuerdo a las pláticas que oía de mis padres y los hermanos de mis padres, así como de los primos mayores, fui conociendo muchos datos aislados que poco a poco fui poniendo en orden, y no fue sino hasta el 2002, año de mi jubilación, cuando ya con mucho tiempo libre, que empecé de una forma empírica a investigar lo más que me fuera posible de todos mis ascendientes y con ello redactar dos historias a las que titulé: Hurgando en el pasado y Husmeando en el pasado, dedicadas a las familias de los Rodríguez Bazán y los Rodríguez Galván, respectivamente, contabilizando hasta la fecha un total de 493 cuartillas y 385 cuartillas de cada una de ellas.

Fue muy interesante ver como la lógica me fue llevando de la mano, primero platicando con los primos mayores, pues ya el abuelo Benito y la abuela María habían fallecido, pero de ellos habían quedado la mayoría de sus hijos, muchos años mayores que yo, y fue a través de largas conversaciones que fui rescatando parte de la historia familiar; de igual forma, se me ocurrió acudir a las oficinas del Registro Civil en la población natal y como en ella se resguardan los registros de nacimiento, matrimonio y actas de defunción, fue ir poco a poco descubriendo muchos antecedentes familiares, lo mismo al visitar en varias ocasiones los cementerios de Morelos, Coahuila, Parás y Anáhuac, en el estado de Nuevo León, poblaciones donde habían nacido mis abuelos paternos.

Otro dato muy interesante fue ir compilando actas de nacimiento, fe de bautismos, de matrimonio y finalmente actas de defunción, que fueron enriqueciendo las historias familiares y como Dios me dio a entender fui redactando las biografías de muchos de ellos. Por otra parte, fui tomando fotografías de sus tumbas, lápidas y mausoleos que fuimos agregando a esta gran historia.

Finalmente hace cuatro años, aproximadamente, me enteré de que existe una asociación en la Ciudad de México y a través de ella logré obtener información de la forma más correcta de abocarnos a adentrarnos en el pasado y conocer más de nuestros ancestros, y por este conducto, he invitado a muchas personas a que se den a la tarea de investigar sobre sus familias y anexo el documento que ayudará a todos los que se les despierte el deseo de conocer de dónde vienen.

Leer más de Columnas Social

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas Social

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1564775

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx