El gobernador de California, Gavin Newsom, firmó ayer una orden ejecutiva que declara una moratoria a la pena de muerte en el estado, al calificarla como un “fracaso” y que “no proporciona ningún beneficio” para la seguridad pública. (EFE)
El gobernador de California, Gavin Newsom, firmó ayer una orden ejecutiva que declara una moratoria a la pena de muerte en el estado, al calificarla como un “fracaso” y que “no proporciona ningún beneficio” para la seguridad pública. En un comunicado, la oficina del gobernador Newsom señaló que la orden también establece el retiro de los protocolos de la inyección letal en el estado, donde hay 737 personas que esperan ser ejecutados, así como el cierre inmediato de la cámara de ejecución de la prisión estatal de San Quintín.
Sin embargo, aclaró que la medida no contempla la liberación de ningún reo, ni cambia sus condenas actuales. “El asesinato intencional de otra persona es incorrecto y, como gobernador, no autorizaré la ejecución de ninguna persona”, expuso Newsom.
“Nuestro sistema de pena de muerte ha sido, por todas las medidas, un fracaso. Ha discriminado a los acusados que tienen enfermedades mentales, negros y morenos, o que no pueden pagar una representación legal costosa”, agregó. “No ha proporcionado ningún beneficio o valor de seguridad pública como elemento disuasivo. Se ha desperdiciado miles de millones de dólares de los contribuyentes. La pena de muerte (...) es irreversible e irreparable en caso de error humano”, agregó.