Gómez Palacio

Tradicional nieve de 'las grandotas'

La nevería Matamoros, en Gómez Palacio, tiene más de 50 años atendiendo

La nevería Matamoros es parte de la historia de muchas familias gomezpalatinas, estiman que tiene más de 60 años. (FABIOLA P. CANEDO)

La nevería Matamoros es parte de la historia de muchas familias gomezpalatinas, estiman que tiene más de 60 años. (FABIOLA P. CANEDO)

FABIOLA P. CANEDO

Muchos la conocen como la nieve de "las grandotas" o "del panteón", primero porque atendían unas mujeres muy altas, y lo segundo porque les quedaba de pasada a quienes iban a despedir a sus muertitos, luego de la asoleada era tradición llegar a la Matamoros por una refrescante nieve de raspa.

La nevería Matamoros, localizada en la calle del mismo nombre, entre Bravo y Mina, tiene más de 50 años atendiendo a las familias gomezpalatinas. Juan Guillermo Villa Rodríguez, actual propietario, dice que tienen claro que en 1960 ya estaba abierto el negocio, pero consideran que quizá comenzó un poco antes de esa fecha, cuando él aún no nacía.

"Mi hermana mayor, Rosaura, fue la que inició vendiendo nieve afuera del lugar, era nuestra casa y ella se puso a vender afuera, éramos de las primeras neverías que había en Gómez Palacio", comenta, "yo soy el más chico de nueve hermanos, por eso me quedó a mí hoy la nevería, mi hermana ya murió y mis papás también ya fallecieron".

FACILIDAD

A Rosaura se le daba mucho la cocina. Guillermo recuerda que tenía muy buen sazón con los alimentos y la idea de vender nieve surgió por la facilidad de elaborar un producto que no era muy demandante y que podría posicionarse en el gusto de la gente por el clima caluroso que se experimenta en la región durante la mayor parte del año.

"Ella hacía de todo, era muy buena cocinera, sabía de muchas comidas, y tenía la habilidad para hacerlo, empezó vendiendo de pura agua, de esencias, en unos conitos de papel, como los que se usan para tomar agua, en esos se vendía la nieve", dice Guillermo Villa, el actual encargado de la nevería Matamoros, "no había de mermeladas, eran de esencias de limón, vainilla, fresa, luego empezó a meter las mermeladas de fresa, cajeta, coco, todos esos sabores".

El menú se ha ido modificando a lo largo de los años conforme a la demanda de la gente, que ha solicitado nuevos sabores, hoy se cuenta por ejemplo, con chamoy, gomita, quesocrema, mangonadas, tamarinloco, nevegurt, pero los más populares siguen siendo la cajeta, fresa y el coco.

Algunas recetas también han sido modificadas, pues la materia prima ya no es la misma que existía años atrás, por ejemplo, el coco y la cajeta que se compraban ya salieron del mercado y las nuevas versiones tienen otra consistencia, por lo que se ha tenido que adecuar la receta.

"Sí se ha modificado pero sigue conservando el sabor, tratamos de mantener la esencia", dice. Guillermo considera que la nevería se ha mantenido durante estos años en el gusto de la gente debido a que son muy sabrosas.

FAMILIAR

El negocio de la nevería se tornó muy familiar y, siendo nueve hermanos, siete mujeres y dos varones, todos colaboraban. A Guillermo, siendo el más chico, le tocaba diario exprimir una reja completa de limones. Recuerda que mucha gente le llama la nieve "del panteón" porque pasaban a enterrar a sus difuntos y de regreso llegaban a comprar nieve, por lo que así se fueron dando a conocer.

"También le decían la nieve de las grandotas, porque todas mis hermanas eran bien altotas, mucha gente así la identifica todavía, aunque ya no están ellas aquí atendiendo, hay gente que viene que tenían 20 años sin venir, 30 años, que se fueron a vivir a Estados Unidos y llegan de visita, y no dejan pasar la oportunidad de ir por su nieve", comenta.

Juan Guillermo recuerda que también llegaban camiones escolares, porque los niños se ponían de acuerdo con el chofer para que hiciera una parada en la nevería antes de dejarles en sus casas.

"Sobornaban al chofer para que los dejara comprar, aquí llegan muchas personas, que ya son adultos y cuentan anécdotas de cuando eran niños y venían a la nieve, es muy padre escucharles, vienen parejas de señores ya grandes que se acuerdan que venían de novios, son muchos años, es padre que sea una tradición de tantos años", dice.

La nevería Matamoros abre de 12:00 a 22:00 horas de lunes a domingo.

"Agradecemos a la gente que sigue viniendo y le vamos a echar ganas para seguir renovándonos", expresa Guillermo.

1960

O ANTES

fue cuando comenzó el negocio de Nevería Matamoros por parte de la hermana mayor

Actualmente, el negocio es una tradición para muchos gomezpalatinos que ya no residen en la ciudad. (FABIOLA P. CANEDO)
Actualmente, el negocio es una tradición para muchos gomezpalatinos que ya no residen en la ciudad. (FABIOLA P. CANEDO)

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