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CONTEXTO LAGUNERO

¿QUÉ SUCEDE CUANDO DECLINAMOS UNA INVITACIÓN ALEGANDO FALTA DE TIEMPO?

JUAN MANUEL GONZALEZ

Los eventos sociales a los que nos invitan nuestros amigos o colegas generalmente requieren de inversión de tiempo, dinero o ambos. Por ello tendemos a presentar excusas para no asistir cuando no deseamos hacerlo. Pero desafortunadamente es muy poco lo que sabemos acerca de investigaciones sobre cómo los demás perciben nuestros argumentos y de cómo nuestras excusas afectan nuestras relaciones con los demás. Los investigadores han estudiado los efectos analizando conversaciones reales en Twitter y conduciendo un buen número de pruebas de laboratorio. Los resultados muestran que cuando uno se excusa aludiendo que no tiene tiempo, ello puede lastimar severamente las relaciones con los demás, mientras que una excusa de no tener dinero, tiene más credibilidad y afecta muy poco.

La semana pasada fuimos invitados a una ceremonia de casamiento en Cancún que se celebrará en diciembre próximo.Aunque estábamos muy entusiasmados por el amigo que nos invitó, dos problemas llegaron a mi mente: el costo del viaje y los días necesarios para ir. Decidí no asistir. Pero luché conmigo mismo acerca de la forma de decirle a mi amigo que no asistiríamos. ¿Diría simplemente que no podía ir? ¿Le explicaría que no tengo suficientes días de vacaciones ni suficiente dinero para asistir? ¿Cuál era la mejor forma de decirle sin lastimar sus sentimientos o de evitar que pensara que no valoro su amistad lo suficiente?

Cómo responde la gente a nuestras excusas. La primera parte del estudio de Harvard involucra análisis de conversaciones entre usuarios de Twitter. En un período de una semana en el año 2018, se obtuvieron respuestas de usuarios que contenían las frases “no tengo dinero” y “no tengo tiempo”, con un total de 2,310 tweets. Una de las formas de responder, de la persona a la que se le dirigía el mensaje era “Like” el tweet. Lo que encontraron los investigadores es que los usuarios de Twitter eran menos propensos a responder “Like” a tweets que especificaban que quien los enviaba no tenía tiempo para atender la invitación, comparado con las respuestas de “no tengo dinero”.

Lo anterior dio una evidencia acerca de que la gente que responde no tener dinero, declinando la invitación o diciendo que no tiene tiempo, lo hace de diferentes maneras, además de que estas conversaciones son impersonales y afecta mucho como las interpreta el receptor.

Se junto una muestra de 327 novias y novios de los Estados Unidos quienes estaban planeando su boda y ya habían enviado las invitaciones. Se les preguntó cómo respondieron quienes declinaron la invitación ya fuera por falta de tiempo o por falta de dinero. En promedio, los novios y novias participantes reportaron haber recibido por igual, respuestas de no tener dinero y de no tener tiempo, lo cual sugiere que las respuestas son igual de comunes.

Se les preguntó a las parejas definir que tan cercanos se sentían a las personas que contestaron no tener dinero o no tener tiempo.

El objetivo era saber qué tan cerca se sentían los novios antes y después de recibir la respuesta negativa. Los novios y las novias dijeron que antes de recibir las respuestas, se sentían muy cercanos a todas las personas invitadas. Pero, después de recibir las respuestas, ellos reportaron sentirse menos cercanas a quienes declinaron la invitación diciendo que no tenían tiempo, comparado con quienes dijeron que no asistirían por no tener dinero.

¿Por qué la respuesta de no tener tiempo provoca que nuestros amigos se sientan menos cercanos a nosotros? Para saber esto, se recluto a una muestra de 300 adultos trabajadores y se les pidió que consideraran el siguiente escenario: invitar a un amigo a salir a cenar. Los amigos invitados declinaron alegando falta de tiempo algunos y falta de dinero otros, algunos más no contestaron la invitación. El resultado fue que en la excusa de no tener tiempo, quienes hicieron la invitación se sintieron menos cercanos a quienes contestaron así.

Los participantes que recibieron la excusa de falta de tiempo, se sienten menos cercanos a quienes alegaron falta de tiempo y la respuesta de falta de dinero era mas aceptada y los que invitaron sentían más cercanía. Los participantes dijeron que una excusa de falta de dinero es más confiable que una de falta de tiempo o una falta de respuesta.

Todo indica que pensamos que los otros deberían tener más control sobre su tiempo y encontrar el tiempo para hacer lo que realmente quieren hacer. Por ello, la excusa de no tener tiempo es poco creíble y nos aleja de los amigos.

Cuando tuve que declinar la invitación de mi amigo, finalmente le respondí que no contaba con suficiente tiempo para ir a Cancún. Nuestra relación se enfrió por un tiempo, pero a pesar de ser cierta la falta de tiempo,me he propuesto hablar con frecuencia con él preguntando cómo van los preparativos. De seguro habrá momentos en nuestra vida en los que tenemos que declinar una invitación porque no tenemos tiempo, pero es muy importante entender que en esos casos, nuestra relación requerirá que invirtamos tiempo para fortalecerla pese a no aceptar la invitación.

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