Como marca, Morena tiene un gran…
… valor en el mercado. En mercadotecnia se diría que es la marca de un partido. Esa marca no vale si no está estrechamente vinculada con el nombre de su dueño y señor: AMLO. Gracias a sus dieciocho años de campaña recorriendo el país; gracias a su habilidad fuera de serie para manejar los medios de comunicación; gracias a que supo oportunamente que las redes iban a impactar en una elección; pero sobre todo, dentro de un clima de pobreza y corrupción generalizada, con una minoría de pudientes, recorrió el país, prometió de todo, a todos. La gente se le entregó y votó por él.
Por el acuerdo de Peña, a cambio de impunidad, millones de priistas votaron por él. Destacados liderazgos del PAN, en ese momento, se fueron con él (Cordero, Lozano, Germán Martínez, Tatiana). Los electores al recibir tres boletas, no votaron para diputados, senadores y presidentes municipales por los que se postulaban para esos cargos, votaban esperanzados y convencidos de corazón por AMLO y el partido del que era dueño, Morena.
Se dieron casos jocosos. En mi ciudad, Lerdo, a las once de la noche, el candidato de Morena (un profesor respetable, pero a quien la población no conocía), recibió con sorpresa e incredulidad la noticia de que él había ganado y ahora es mi diputado local. Priistas pasados a Morena ganaron. El boom siguió después del triunfo. En Torreón, panistas y sus clientelas se pasaron a Morena (Salazar, Corona y los que vienen). En Gómez Palacio priistas, panistas e independientes ya le ven cualidades a Morena. En Lerdo, la prensa da noticia de tumultos de aspirantes a regidor por el partido Morena.
¿La ideología? ¿El programa de gobierno? ¿La personalidad de los candidatos y sus antecendentes? Todo eso no importa. AMLO y Morena son la marca: sin ideología, sin programa, sin respeto a la ley, sin nada. La gente ama a MORENAMLO.
En otro tema: Sugiero a los lerdenses hacer una campaña para que nuestra presidenta nos dé a conocer monto y origen de su patrimonio inmobiliario y de inversiones. La oposición, en su administración, ha sido muy tranquila.
Mtro. Juan de Dios Castro Lozano
Lerdo, Dgo.
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El delito de blasfemia
Se anuncia para estos días la vista en el Tribunal Supremo de Pakistán de la revisión de la sentencia absolutoria de Asia Bibi, tras nueve años de cárcel, por una injusta acusación de blasfemia, castigada con pena de muerte. No es un recurso de revisión semejante al de los ordenamientos jurídicos de los países democráticos: existe el derecho a volver sobre una sentencia firme, si se descubren datos nuevos que podrían alterar la decisión de los jueces si los hubieran conocido en su momento.
En Islamabad no hay novedades, sino solo una decisión política, para dilatar la ejecución de lo decidido por los magistrados, con la esperanza de aplacar las graves alteraciones de orden público provocadas por masas musulmanes fanáticas, opuestas a la liberación de esa madre de familia cristiana, condenada por el hecho de ser cristiana.
Suso do Madrid
Coruña, España.
