El domingo 3 de marzo de 2019 subieron al podio del XXXI Maratón Lala 9 ganadores, pero el mérito es el mismo para los restantes 5 mil 791, todos corren por sus propias razones, todos aceptan el desafío de correr 42 kilómetros, todos son ganadores a su manera.
Un magnífico crisol de razones, creencias, capacidades, edades, complexiones físicas y étnicas, deseos, METAS y sobre todo, sueños, son los que se dan cita durante cada primer domingo de marzo, para darle vida al Maratón Lala, prueba que se ha hecho de un importante nombre en el atletismo mexicano y que apenas termina una edición, ya los atletas están esperando la siguiente. Suena el disparo de salida y rápidamente se observa a los punteros que van a pelear los primeros lugares, pero también se puede distinguir a la masa de corredores recreativos, ellos son los que hacen el maratón.
Son corredores recreativos, no son atletas profesionales, son profesores, jardineros, empleados, cocineros, carpinteros, jubilados, aficionados, escritores, boxeadores, estudiantes, oficinistas, vendedores, emprendedores, choferes, electricistas, constructores, son tu vecino de al lado, son todos diferentes en muchas facetas, pero todos iguales en un deseo: el de correr hasta cumplir sus METAS. Mención aparte son los laguneros que se colocan bordeando las calles y avenidas por donde está trazado el recorrido, nunca falta esa palabra de aliento, esa porra, ese empujón que el atleta necesita y agradece.
Cada uno de los atletas tiene sus dedicatorias, da un paso a la vez para completar el maratón, pero también para saber que su esfuerzo va encaminado a un objetivo que se debe cumplir, ya sea para cumplir una "manda", sellar una promesa o pedir matrimonio, como lo hizo un corredor al llegar a escasos metros de completar su recorrido, recibiendo un sonoro "sí", para entrar a la META mientras se tarareaba la marcha nupcial. Nunca faltan los personajes, los súper héroes como batman y el guasón, quienes llegaron juntos al final, pero no perdieron la oportunidad de combatir, tal y como sus historias lo exigen.
Un fortachón Hulk aseguró completar ayer su maratón número 199 y ya planeó que el 200 será en París, Francia, mientras que el tradicional corredor que lleva numerosos peluches colgados, también logró llegar al final, con una sonrisa en el rostro, sin importarle el calor que ya para esa hora era bastante seco, aprovechando algunos corredores para mitigarlo con bebidas deportivas, agua y la cerveza, que ha hecho su irrupción en las carreras atléticas y a la que pocos pueden resistirse. Momento emotivo se vivió cuando un corredor, llevando en sus hombros una imagen de Bruno, atleta recién fallecido, llegó a la META y recibió un globo, al cual colgó una medalla de cartón para enviarla al cielo, diciéndole a Bruno que el triunfo también era suyo.
Luchadores, el Diablo, el Chapulín Colorado, heroicos corredores en sillas de ruedas y familias enteras, todos fueron llegando a la línea de META, donde se vieron cristalizados los deseos de triunfar, mejorando o empeorando su tiempo particular, eso poco contó. En el estacionamiento del estadio de la Revolución se brindaron masajes y rehabilitación, recuperándose los corredores tras el esfuerzo y aunque algunos caminaban como si estuvieran espinados, nadie podía quitar la sonrisa de su rostro, buscar una sombra y reflexionar sobre los 42 kilómetros que dejaron atrás, cumpliendo cada uno su sueño particular.
Fue momento perfecto para las fotografías de "Finisher", llegando desde Chihuahua, Colima, Durango, Nuevo León, Ciudad de México, Mazatlán y muchos otros sitios, para encontrar su coronación individual en la Comarca Lagunera. La gran fiesta atlética de la Comarca Lagunera fue nuevamente un éxito, 5,800 corredores completando su recorrido, 5,800 historias de éxito, todos son ganadores, ni uno es más ni menos que el otro, de eso se trata el maratón.
Desde muy temprano los corredores tomaron las calles de la Comarca Lagunera.
