Los nociceptores también se encuentran en dedos de las manos o los labios. (INTERNET)
Un golpe en un dedo del pie, por un tropiezo, al caminar mal o voltear sin fijarse, es a veces un dolor mucho más fuerte que cuando alguien se golpea otra parte del cuerpo.
El motivo de que esta que parece una lesión menor duela tanto es por el peso del cuerpo, o la fuerza que se imprime en el movimiento, ya que cuando sucede al caminar, o al moverse, implica que toda la fuerza corporal está depositada en ese movimiento del pie.
Otro motivo, explica el sitio Gizmodo, es porque la superficie que recubre el pie es, por así decirlo, pequeña, el hueso por ejemplo no tiene mucha grasa que lo rodee como en, por ejemplo, el abdomen o el brazo. El dolor entonces se concentra donde fue el golpe porque no puede extenderse, porque se concentran muchas concentraciones nerviosas no tan recubiertas.
Estas terminaciones nerviosas se llaman nociceptores, y todos se disparan a la vez cuando sucede un golpe, no importa en qué parte del pie suceda. Los mismos nociceptores están en todo el cuerpo pero en lugares que se usan para percibir el entorno, como la punta de los dedos de las manos o los labios (de ahí que una cortada en el dedo también duela tanto).
DA.