La libertad financiera es quizá el tesoro más codiciado de miles de mexicanos a lo largo de décadas. En los últimos años, la presencia de la mujer en la esfera productiva y financiera, ha tomado el curso de la mujer mexicana en el resto de los ámbitos, reclamando sus derechos (omitidos en muchos casos por ellas mismas) y marcando el paso en temas que antes, eran solo de hombres.
Cierto es que la mujer ha recortado la brecha económica en relación a los hombres en nuestro país, pero aún hay mucho que hacer y lo que es claro, es que lo tienen que hacer ellas mismas.
Los datos de la cultura financiera machista de nuestro país son claros, se sabe que los hombres ahorran en promedio 16% más que las mujeres, evidente desde la diferencia de los ingresos.
Las mujeres suman apenas el 36.6%del empleo formal en México, esto por supuesto, no significa que no trabajen, sino que viven una edad productiva en medio de la informalidad y con la carestía de derechos.
Sin embargo, desde hace varias décadas, cuando México superó la Revolución, la actitud guerrera de las mujeres se notó, tomado gran importancia del rol productivo.
No se concibe muchas veces a la mujer como la generadora de la riqueza en el hogar, pero sí como la gran maestra en la administración del mismo.
En la actualidad, las mujeres controlan cerca del 65% de las decisiones de compra totales en bienes y servicios, de la casa, de las empresas y a nivel global. (Estadísticas del Informe Anual ONU MUJERES 2018).
Gran oportunidad para que sus hijas y mis hijas busquen orientar las exigencias de comprarles "algo" y que lo hagan ellas mismas como un ámbito del desarrollo laboral; al tiempo, gran competencia para mis hijos y sus hijos, para mantenerse en la búsqueda de un buen empleo, ante la creciente expansión del "girlpower".
Si de ingresos hablamos, las cifras de la OCDE, en su informe del Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección, determina que las mujeres en los mismos puestos que los hombres reciben un 16% menos en promedio, las mismas funciones, mejor administración.
Las mujeres destinan entre el 70 y 85% de sus ingresos para el hogar, siendo un gran respaldo tiempos de economía complicada.
El estilo de las mujeres se ha impuesto en esta imperiosa necesidad de participar en la economía, al liderar en México, 3 de cada 5 empresas que se abren de acuerdo a la estadística de la SCHP.
Los ejemplos del éxito femenino se extienden desde Luxor, en Egipto, donde las reses son el producto que una cooperativa de mujeres promueve para mejorar su economía; el esfuerzo se replica en cualquier rincón, en la Sierra de Santa Rosa en Guanajuato, las mujeres han logrado colocar sus mermeladas en una cadena mexicana de restaurantes, generando así cambiar vidas y mejorar su economía.
¡Venga mujeres, la oportunidad es suya, la decisión está en sus manos, cooperen, crezcan, cambien vidas.
