Le platicaba en un artículo anterior sobre la gran idea que tuvieron los sumerios de inventarse los símbolos que eventualmente se convertirían en las letras que usamos hoy en día.
Los fenicios se dieron cuenta luego que el sistema de escritura a base de simbolitos de los sumerios estaba medio difícil de usar, así que empezaron a pensar que, en lugar de representar cosas, deberían representar sonidos y así la tarea se simplificaría enormemente porque los sonidos eran sólo unos cuantos en comparación con el otro sistema que era interminable.
Un día, un fenicio se asomó por la ventana y vio que iba pasando un buey… o sea, no su compadre, sino un animal cuadrúpedo con sus cuernos y todo. Como ellos al buey le decían Aleph, se le ocurrió lo siguiente:
"Si le vamos a poner símbolos a los sonidos, ¿por qué no empezamos por el sonido inicial de la palabra Alepcg? Sería el sonido 'AAAA'. Ah, pues muy bien. Ese sonido es la A y lo vamos a representar por una bolita con una colita…".
Luego, vio la casa de enfrente donde la vecina de muy buen ver andaba barriendo la calle y entonces escogió la palabra "casa", que en su idioma se decía beth para la segunda letra. Dijo: "El segundo sonido es la B de Beth".
De la nada, pasa caminando tranquilamente por la calle un Gimel que era lo que ahora llamamos un camello y al hombre le gustó para escoger el tercer sonido, que era la G de Gimel. Dijo: "a esa letra le voy a poner una pancita por aquí y un ganchito de las de acá" y así quedó, bien padre.
Total, que así se fue, hasta que ya tuvo todos los sonidos y entonces pensó: "¡Ándele!, así sí son poquitos sonidos. ¡Qué bárbaro, soy un genio!".
Cuando los griegos se enteraron de aquel sistema les encantó la idea y decidieron adoptarlo. Lo adoptaron y lo adaptaron porque ellos no le decían aleph al buey ni gimel al camello.
Decidieron entonces que ellos no necesitaban "guajes para nadar, ni bueyes para hablar y menos para escribir", y lo que hicieron fue bautizar las letras, ponerles nombre. Entonces, a la A de Aleph le pusieron ALFA, a la B de Beth le pusieron BETA; la G de Gimel recibió el nombre de GAMA y así sucesivamente.
Después, los romanos también se fusilaron el sistema, pero ellos dijeron: A la A le vamos a decir A, a la B le decimos B y a la C, lo mismo. Por eso, la lista o catálogo de letras, si la tomamos del latín, es el A-Be-Ce-dario, y si la tomamos del griego, es Alfa-Beto.
Listo. Traía el pendiente de darle toda la explicación y ya que lo hice, me quedo más tranquilo.
Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios: [email protected]. Twitter: @donjuanrecaredo.
ME PREGUNTA:
Moni Aranda: Tengo un amigo que me dice que en la antigüedad los cínicos eran filósofos, ¿es cierto?
LE RESPONDO:
Efectivamente. Los cínicos se les llamaba a los filósofos de cierta escuela que nació de la división de los discípulos de Sócrates y de la cual fue fundador Antístenes, y Diógenes, su más señalado representante.
LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA:
Anuncio absurdo que decía: Se pintan casas a domicilio.
