Con una marea de pañuelos verdes, el activo movimiento feminista de Argentina proclamó ayer que irá otra vez por la despenalización del aborto en el Congreso aún a sabiendas que en un año de elecciones presidenciales el desafío no parece sencillo.
El país natal del papa Francisco estuvo a punto de darle marco legal a la interrupción voluntaria del embarazo en 2018 cuando la iniciativa logró una histórica media sanción de la Cámara de Diputados, pero no prosperó en el Senado.