Uno de los escenarios de esta nueva época es la globalización, caracterizada no sólo por el intercambio comercial, sino por el aumento de las comunicaciones instantáneas, el enriquecimiento en el saber, el desarrollo de nuevas tecnologías, el surgimiento de nuevos modelos de vida y la aceleración en todos los aspectos. Todo esto ha hecho surgir en la juventud la necesidad imperiosa del contacto y relación con otras culturas.
Pero la exigencia del aumento de las capacidades comunicativas, debe ser precedida de una conciencia profunda del complejo fenómeno de transformación que se está viviendo en toda la sociedad.
Existe un gran vacío en la formación de las nuevas generaciones que necesitan dar fundamento, comprensión, motivación y sentido ante esta coyuntura histórica a la que están llamados a ser protagonistas en la construcción de esta nueva sociedad.
El proyecto aún no claramente definido de esta etapa histórica que se está configurando, tiene tendencias positivas y negativas que no sólo hay que conocer, sino actuar sobre ellas, evitando que, con el afán de renovar, corramos el grave riesgo de perder la riqueza cultural que la humanidad ha logrado a lo largo de la evolución de las civilizaciones pasadas. Una visión integral de la realidad se hace necesaria en la educación, no sólo para evitar los peligros que se presenten, sino como propedéutica indispensable para tener una visión clara de la realidad y de nuestro ser y quehacer dentro de ella.
El extravío antropológico que consiste en el desconocimiento de lo que distingue y caracteriza a la naturaleza humana como tal, es hoy por hoy una realidad que fragmenta al ser humano quitándole la continuidad que trasciende la historia. Errores o parcialidades en la comprensión de nuestro ser, marcan negativamente el desarrollo humano desplomándose en una involución. Este retroceso se percibe por la pérdida de la identidad cultural, por las nuevas formas de pensar sin fundamento ontológico, por los ataques a los derechos humanos, por el desprecio de los valores propios o de otras culturas e incluso de las personas.
Los efectos de una época neoliberal, consumista y capitalista, ha creado grandes problemáticas que tienen que ser analizadas profundamente desde una recta comprensión del ser humano por parte de los que se inician a la experiencia del descubrimiento de un mundo complejo, del cual necesita una visión clara y amplia antes de adentrarse en la relación con una cultura en particular, complementada con el conocimiento de la importancia del lenguaje en el desarrollo del individuo y de la sociedad. El conocimiento de la propia cultura, la interculturalidad y la policulturalidad que se adquieren por el contacto que dan los medios y el aprendizaje de otros idiomas y de otras culturas, requiere siempre una meta-reflexión.
Quienes están apenas descubriendo la maravilla de la comunicación en una lengua que no es la lengua materna, necesitan una visión general de referencia para sistematizar la experiencia metalingüística que esto conlleva, no sólo para evitar el caos, la dispersión o el extravío de conocimientos, sino para actuar con mayor conciencia como protagonistas en la construcción de esta nueva sociedad. Poner desde el inicio estos conocimientos como parte de la formación, será útil para valorar el conocimiento de la cultura de otros pueblos como una herramienta que transforma y perfecciona nuestro ser mismo.
Es fundamental este conocimiento para que, influyendo fuertemente en la formación integral, abra horizontes insospechados de conciencia de sí, de los demás y de la realidad, situando al joven en la comprensión de esta nueva época desde un análisis profundo de los nuevos escenarios, para tener una visión clara de esta compleja realidad.
¿Dónde encontrará la luz que ilumine con claridad, el mundo y a sí mismo? ¿Quién le ayudará a analizar la compleja realidad para enfrentarla con claridad y sin miedo? Superar superficialidades, manipulaciones y deficiencias en la educación y formación será todo una batalla por librar contra quienes quieren mantener el control y sacar provecho de la ignorancia. La conexión con las generaciones anteriores, la profundización en el conocimiento y la capacidad de análisis serán factores fundamentales. Serán necesarios también guías sabios, coherentes y bien intencionados, que quieran colaborar en el diseño y construcción de esta nueva época que aún está por verse.
