Defensores de los derechos de los animales se oponen a la propuesta. (INTERNET)
La localidad francesa de Feuquières acaba de aprobar una iniciativa para multar a las personas cuyos perros no dejen de ladrar tan repetidamente que el sonido se vuelva insoportable.
Ahora, según el periódico Le Parisien, a partir del pasado 11 de febrero, las personas que dejen que sus perros ladren molestando a sus vecinos, y éstos presenten una queja, pagaran una multa de 68 euros.
"El objetivo no es prohibir los perros y no vamos a multar a la gente por el menor indicio del ladrido", compartió el alcalde de la localidad, Jean-Pierre Estienne.
Sin embargo, esto no simplemente significa que los dueños deben educar a sus mascotas, sino que los perros no pueden quedarse solos en espacios cerrados y/o por largos periodos de tiempo, porque si esto provocara que ladren, nadie podría evitarlo, o controlarlo. La medida por tanto ya está ganando opositores, especialmente organizaciones a favor de los derechos de los animales.
Al respecto, Stéphane Lamart, presidente de la Asociación para la Defensa de los Derechos de los Animales a Le Monde, dijo: "También se puede poner fin a las campanadas en las iglesias en la mañana del domingo". Señala además que impugnarán esta decisión tomada por el alcalde.
DA.