Los jugadores de Qatar celebran tras vencer 3-1 a Japón para coronarse campeones de la Copa Asia en Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos, ayer. (ARCHIVO)
Blanco de desprecio por sus modestos pergaminos en el futbol, Qatar se presentará a la Copa Mundial de 2022 como el campeón de Asia.
Qatar conquistó su primer gran título internacional tras vencer 3-1 a Japón en la final ayer viernes, el punto culminante de una improbable marcha a la cima continental por la nación del Golfo Pérsico que será anfitriona del próximo Mundial.
"Somos los mejores de Asia", proclamó el arquero qatarí Saad Al Sheeb. "Hemos hecho historia".
La consagración en Abu Dabi contra uno de los favoritos - los japoneses se han coronado campeones en cuatro oportunidades - se produjo apenas horas después que la organización del torneo desestimó un reclamo presentado por los Emiratos Árabes Unidos, el adversario al que venció en semifinales, por alineación indebida de dos jugadores de Qatar.
Uno de ellos, Almoez Ali, fue el autor del primer gol ante Japón a los 12 minutos con una sensacional definición de chilena. El delantero hizo dos toques antes de rematar de pierna con un disparo que rebotó frente al arquero. Ali terminó como el máximo anotador del certamen, con una cifra récord de nueve goles.
Abdulaziz Hatem aumentó la ventaja para Catar a los 27.
Aunque Qatar encajó su primer gol del torneo en su séptimo partido, cuando Takumi Minamino descontó a los 69, Akram Afif restableció la diferencia de dos tantos a los 83 al convertir un penal.
Dirigida por el técnico español Félix Sánchez, Catar se coronó campeón tras marcar 19 goles y permitir solo uno.
Ambas selecciones estarán presentes como invitadas en la Copa América que se jugará a partir del 14 de junio en Brasil.
Tras sorprender al favorito en la final, los jugadores se arroparon con banderas de Qatar, en un despliegue de patriotismo que debió resonar más allá del estadio en Abu Dabi.
Desde que se sumó a otros países árabes en romper lazos diplomáticos y económicos, además de impedir los viajes, con Doha en 2017, los Emiratos advirtieron a sus habitantes que un gesto de simpatía hacia Qatar podría ser objeto de multas y hasta la cárcel. Los Emiratos forman parte de un cuarteto de nacionales que acusan a su rival regional de apoyar a extremistas, lo cual Qatar niego, e incluso le impidió a la selección viajar directamente a Abu Dabi para el torneo.
