Celebración. Este 2 de febrero también se celebrará la Jornada Mundial de la Vocación. (EL SIGLO DE TORREÓN)
La Diócesis de Torreón se unirá a la celebración de la Jornada Mundial de la Vocación, de este 2 de febrero.
La Jornada fue instituida por el Papa San Juan Pablo II en 1997 y tiene una triple finalidad: alabar y dar gracias al Señor por el gran don que supone para la Iglesia la vida consagrada; promover en el pueblo su conocimiento y estima, e invitar a los consagrados a celebrar juntos las maravillas que el Señor ha realizado en ellos.
Se entiende como consagrados a las religiosas, religiosos, monjas y monjes.
En la Jornada, se busca que reaviven la experiencia de la propia vocación y fortalezcan el sentido de su misión en la Iglesia y en el mundo.
Y para celebrar esta fecha importante para la Iglesia católica, el obispo de Torreón, Luis Martín Barraza Beltrán, realizó una invitación para una eucaristía especial.
La cita será el mismo 2 de febrero, en punto de las 18:00 horas en la catedral de Nuestra Señora del Carmen. Será el obispo quien la oficie.
Los responsable del mismo evento, son: el padre Raúl de Parga González Sánchez, vicario de las religiosas, y el padre Rafael Mares, vicario de religiosas.
El Papa Francisco, en su mensaje previo a la Jornada, alentó a sacerdotes a no dejarse vencer por los cambios que parecen "poner en duda" la viabilidad de la vida religiosa y evitar caer en "una de las peores herejías posibles para nuestra época".
Habló del cansancio que experimentan los sacerdotes y consagrados ante los cambios que "parecen poner en duda" la viabilidad de la vida religiosa.
Enumeró algunas de las causas que provocan ese cansancio: "desde largas horas de trabajo que dejan poco tiempo para comer, descansar y estar en familia, hasta 'tóxicas' condiciones laborales y afectivas que llevan al agotamiento y agrietan el corazón".
Por lo que pidió a los consagrados no paralizarse "ante la intensidad y perplejidad de los cambios que como sociedad estamos atravesando".
Los alentó a recuperar "la pasión de enamorados" de su vocación y "volver sin miedo al pozo fundante del primer amor".