Corruptelas en Coahuila y Durango, todos las ven…
… como la normalidad; nadie se sorprende; nadie se escandaliza; todos dicen… ya estamos acostumbrados. Desde hace años, las personas que tienen trato con servidores públicos están acostumbradas a lo que llamamos corruptelas. Estas, son pequeñas cantidades de dinero que los usuarios de servicios públicos, litigantes y gobernados, entregan a un servidor público para obtener con rapidez el resultado de una gestión administrativa o judicial.
Estamos tan acostumbrados a las corruptelas que sin que se pidan se dan, hasta en servicios privados: el pago que se le da a un empleado de la CFE que cortó el servicio para que lo reinstale con rapidez, cuando ya se pagó el recibo; el pago que se da a la pipa de gas, en casos de escasez, para que vaya pronto al domicilio; el pago que se da, sin que lo pida, al actuario de un Tribunal para que haga una notificación con rapidez o que nos dé cita pronto, cuando tenemos que hacer un embargo; el pago que se da, implícito, a la secretaria de cualquier dependencia administrativa para que nos haga un oficio o nos encuentre rápido un expediente, dizque perdido.
Podríamos seguir enumerando situaciones, hasta caer en el paso de la corruptela a la corrupción. Es corrupción la mordida que se da para que un servidor público dé una licencia o permiso contra la normatividad.
Es corrupción, el dinero que el actuario recibe, no para hacer rápido su trabajo, sino para falsear los hechos de un acta de notificación. Es corrupción, las licitaciones con convocatorias y lazos mañosos para que gane un proveedor en particular. Es corrupción, el que da donativos a un candidato para, cuando está en el gobierno, le dé contratos, prebendas o licencias dispensándole requisitos que la ley marca. Ante los documentos, maquillados y falseados, el corrupto la libra, sobre todo cuando fue muy generoso en salpicar a otros servidores, con los sobornos que recibió.
Quizá muchos lectores coincidan conmigo, porque experimentaron la conducta corrupta y/o la lentitud del trabajo del funcionario y la burocracia, con los que las oficinas públicas se conducen. Hago un llamado a la señora Angélica Machado, presidenta del PAN en Lerdo para que convoque, por primera vez que citó a los militantes de nuestro partido para que en una asamblea, discutan un punto único: toda vez que la presidenta de Lerdo se pasa por el arco del triunfo la oposición de los regidores, en relación con el alumbrado que va a endeudar más al municipio, convoque a todos los militantes del PAN; a los militantes de los partidos que existan en Lerdo y a todos los vecinos, domiciliados o no en el medio urbano, para hacer una gran manifestación, como lo hacíamos antes, cuando el gobierno violaba las leyes y hería con conductas arbitrarias al ciudadano que con libertad se oponía al autoritarismo del gobernante.
Mtro. Juan de Dios Castro
Lerdo, Dgo.
