Las grandes ciudades o áreas metropolitanas requieren de una planeación con una visión de largo plazo para el desarrollo de las obras hidráulicas y sanitarias que vayan más allá de una administración municipal. Es obvio que es necesario atender los problemas operativos que se presentan día con día, pero no debe descuidarse la elaboración y ejecución de proyectos de obras y equipamiento para el mejoramiento y fortalecimiento de los sistemas.
La importancia de la planeación del manejo del agua en los organismos operadores municipales es fundamental para evitar ocurrencias o improvisaciones cada tres años, ya que es frecuente que los sistemas de agua sólo atiendan la operación normal y las urgencias, dedicándole poca o nula atención a la planeación adecuada del manejo del agua potable, agua residual y agua pluvial. Incluso su estructura de organización no permite establecer un diagnóstico real y plantear las acciones específicas para el mejoramiento y fortalecimiento del sistema.
Por lo tanto, los problemas que se presentan más frecuentemente son recurrentes año con año, sin lograr corregirlos de raíz durante mucho tiempo, hasta que no se presentan las crisis o reclamos de los usuarios.
En la práctica, ocurren distintos tipos de planeación en los organismos operadores, que comúnmente se refieren a las acciones necesarias a corto plazo (semana, mes, año). En algunos casos aislados se han elaborado planes a largo plazo, sin embargo, no se les da seguimiento y finalmente no se ejecutan.
¿A quién le corresponde la elaboración, seguimiento y evaluación de los planes de acciones para mejorar y fortalecer los sistemas? En primera instancia les corresponde internamente a los organismos operadores, con la consulta y anuencia de los Consejos Directivos en los que están representados los Cabildos Municipales y distintos tipos de usuarios, con los apoyos de Conagua y de las Comisiones Estatales de Agua y Saneamiento.
Son los organismos operadores los que mejor conocen el funcionamiento y deficiencias de la infraestructura hidráulica y sanitaria de los sistemas, por lo que debe existir un área técnica de planeación que integre y especifique las necesidades planteadas por el mismo personal o por los usuarios que demandan soluciones, así como del seguimiento y control de las obras de infraestructura hidráulica y sanitaria urbana.
La elaboración de los proyectos debe seguir un proceso de diseño y maduración, iniciando por las propuestas de solución, análisis de alternativas y factibilidad, ingeniería básica, dimensionamiento, anteproyecto y antepresupuesto, ingeniería de detalle, proyecto ejecutivo y presupuesto. En la mayoría de los casos, se brincan varias de estas etapas por los tiempos que se manejan en los tres años de las administraciones municipales.
