Petra Kvitova se impuso 6-1, 6-4 a Ashleigh Barty.
Petra Kvitova observó el Abierto de Australia desde lejos hace dos años, un mes después que fuera herida cuando un intruso entró en su casa y la apuñaló.
La checa perdió en la primera ronda el año pasado, y reconoció que no había recuperado el nivel con el que ganó dos título de Grand Slam en Wimbledon.
Hasta ahora. Así que sabía que le iban a hacer la pregunta. De todas formas, tras vencer 6-1, 6-4 a Ash Barty, la pregunta en la entrevista a pie de cancha le puso a llorar. Se le preguntó si alguna vez dudó, si perdió la confianza de que estaría de regreso. Acababa de clasificarse para su primera semifinal en un torneo de Grand Slam desde Wimbledon en el 2014.
Mientras Kvitova hacía una pausa para secarse las lágrimas, el aliento y los vítores de la muchedumbre se intensificaron y alcanzaron un crescendo luego de casi 20 segundos para permitir que la checa respondiese a la pregunta de Jim Courier.
"Gracias. No, no realmente", dijo. "No realmente nunca me imaginé jugando en este gran estadio y jugando contra las mejores".
Más tarde explicó que las lágrimas eran "una mezcla de emociones por todo lo que he pasado".
Se las verá con Danielle Collins, quien doblegó a Anastasia Pavlyuchenkova por 2-6, 7-5, 6-1, y dijo de Kvitova que: "No tiene miedo y juega con mucha agresividad".