El escritor mexicano Bernardo
Esquinca compartió su opinión
sobre el género de terror, que
desde hace años es algo menospreciado por la crítica y por la
academia, y aunque se le ha querido denominar como un subgénero, afirmó que no hay géneros
menores, sino literatura buena o
mala, porque puede ser de la
más alta calidad, como ocurre
en el ámbito anglosajón.
“Hacer una novela de la complejidad de ´Drácula´o ´Frankenstein´no cualquiera, son artefactos
narrativos muy interesantes,
muy adelantados a su época y
que no han envejecido; entonces
resulta muy interesante pensar
que incluso algunos de los supuestos grandes clásicos de la literatura universal no son tan
buenos como estos de terror”, indicó en entrevista con Notimex.
Bernardo Esquinca, cuya literatura se enfoca a la ficción de lo
extraño por ser una mezcla de terror, policiaco y fantástico, como
él mismo lo describe, reconoció
que aunque este prejuicio en la literatura está cambiando gracias
a las nuevas generaciones de autores, quienes se dan cuenta de
que es un género muy valioso,
aún falta mucho por hacer.
“Las nuevas generaciones lo
entienden desde una manera mucho más natural porque están influenciadas por la cultura pop, el
cómic, las novelas gráficas, las series de televisión, el rock, etc. En
la cultura pop el terror es muy natural. Muchos escritores jóvenes
están haciendo terror de manera
muy interesante, muy desprejuiciada, igual los jóvenes críticos
van a tener otra visión”, opinó.
Recientemente, el escritor rindió un homenaje a su héroe de juventud en su libro “Las increíbles
aventuras del asombroso Edgar
Allan Poe”, publicado en octubre
de 2018, por editorial Almadía, la
cual lo ha apoyado mucho y ha hecho muy visible su obra; en tanto,
trabaja en un libro de cuentos de
terror para finales de este año.
“Fue el primer autor al que
leí con mucha atención, es una
ficción basada en hechos históricos, lo vemos de joven y también de adulto, muchas aventuras, ninguna de ellas comprobadas pero mi intención es conservar su espíritu romántico y atormentado”, compartió.
Detalló que pensó en el contexto que le tocó vivir, en qué
aventuras se pudo haber inmiscuido, ya que no le interesaba
contar lo que se sabe, si no imaginar posibles historias, “bajarlo
del pedestal o volverlo más cercano, más humano”, refirió sobre el
escritor estadounidense del cual
este 19 de enero se conmemoran
210 años de su nacimiento.
“No es fácil asustar, no es fácil
sumergirse en las profundidades
del alma atormentada, de la mente atormentada, no es fácil hablar
de fantasmas, se puede caer muy
fácil en el ridículo, entonces hacerlo con buen pulso requiere de
mucho esfuerzo y talento”, confesó en torno al género, el escritor originario de Guadalajara.