Columnas Social

Las palabras tienen la palabra

El desabasto y el desabastecimiento

Columna póstuma de Juan Recaredo

Es una verdadera crisis cuando en algún lugar falta algún recurso que es indispensable para el funcionamiento de la economía de tal lugar. Por ejemplo, los combustibles. Ya le he platicado aquí sobre las palabras gasolina y diésel, pero en este momento en el que suena fuerte el tema de la falta de los combustibles, se habla de que existe "desabasto" de gasolina… o de diésel.

Con una discusión casi tan intensa como la del origen de la escasez de gasolina en nuestro país, se debate sobre si la utilización de la palabra "desabasto" está bien empleada. ¿Y bueno, es correcta o no?, preguntará ya usted, y claro que le voy a explicar, pero como dijo "el destripador": vámonos por partes.

Primero, ¿qué es el abasto? La palabra "abasto" significa, entre otras cosas, la provisión de bastimentos -especialmente víveres- y es una derivación de "abastar" -palabra que ahora usamos más como "abastecer"- y ésta de "bastar". ¿Y de dónde provienen todas estas palabras? Pues de la palabra "basta". Ah, pues sí se parecen.

Cuando ya hemos tenido suficiente de una persona, le decimos: "¡ya basta!", que es lo mismo que: "¡ya es suficiente!", porque eso es bastar: tener lo suficiente. Bastar proviene del latín vulgar bastáre y éste del griego bastázein, que significa: "cargar un peso".

Bueno, pero estábamos con el abasto, que se refiere a la provisión en sí, o sea, al producto, al artículo del que hablamos. Abastecimiento es la acción de abastecer tal producto. Luego, si usamos el muy útil prefijo des- que denota negación, tenemos la palabra "desabastecimiento", que es una palabra aceptada por la Real Academia Española para definir cuando no se abastece de algún producto, es decir, se desabastece; el verbo "desabastecer" también está aceptado.

El detalle es que en México estamos acostumbrados a usar "desabasto" en lugar de "desabastecimiento" y en el diccionario de la Real Academia Española no existe "desabasto". Y entonces se arma la polémica -como siempre ahora en las redes sociales- y todo mundo se pelea queriendo tener la razón.

¿Y entonces quién tiene la razón? Pues yo diría que todos y ninguno. ¡Ándele, no pues qué bien! Dirá usted en tono irónico. Mire, lo que pasa es que tienen razón en decir que "desabasto" no es una palabra aceptada, pero no pueden decir que "no existe" porque sí existe y se usa mucho en México; así existen muchas palabras que no están en el diccionario, pero de que existen, existen.

La Real Academia no acepta "desabasto" porque ya acepta "desabastecimiento", que sería la palabra más adecuada. Pero si vemos bien a bien a la palabra "desabasto", en realidad no está mal formada, porque es una negación del abasto y así se formaron otras palabras -que sí están aceptadas- como "destiempo" y "deshora".

¿Entonces, está bien o está mal decir "desabasto"? Mire, lo más recomendable es utilizar "desabastecimiento", pero no dude que si sigue la tendencia de usar "desabasto" pronto se aceptará -probablemente como un mexicanismo- y no tiene nada de malo, porque así se han formado siempre nuevas palabras y es parte de la evolución del lenguaje.

Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios: [email protected]. Twitter: @donjuanrecaredo.

ME PREGUNTA:

Hernán Gutiérrez: En un homenaje escuché que dijeron que el legado del homenajeado será perene ¿o perenne? ¿Qué significa? Gracias.

LE RESPONDO:

Perenne o perene, ambas aceptadas, se refieren a algo que es continuo, que no se interrumpe. Así que seguramente querían decir que el legado de la persona seguirá difundiéndose sin interrupciones.

LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA:

Dijo Pablo Neruda: La felicidad es interior, por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos.

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