¡Ya no me ayudes compadre!
Por amor de Dios que alguien le explique cómo funciona la economía a don Andrés. Los salarios no se suben por decreto. Los salarios suben cuando se generan más empleos y los empleadores tienen que mejorar su oferta para conseguir trabajadores, así de simple. Es una ley de oferta y demanda, tan real como la ley de gravedad. Si no pregunten a los venezolanos, cuyo salario mínimo es de más de tres millones de bolívares, que equivalen aproximadamente un millón por dólar y eso no es lo peor, lo peor es que escasea todo empezando por alimentos siguiendo por medicinas y por supuesto combustibles parece ser que el único que come tres veces al día es el sr. Nicolás Maduro.
Hombre rollizo que todo el día se la pasa culpando a todos menos a su dictadura. Así que el único camino para subir salarios es que se generen empleos. Y los empleos los generen los inversionistas, o sea, los que tienen dinero ahorrado, por lo que se debe dar certeza y garantía a estas personas de que su patrimonio estará a salvo y generará buenas ganancias, por lo que al gobierno le corresponde generar las políticas correspondientes para que esto suceda.
Pero si no fija un rumbo claro al respecto, pues habrá salida de capitales porque son por naturaleza misma nerviosos y se desplazan con la velocidad de un click. Y hacer tanta alharaca por los veintidós mil pesos que regresó de su primer quincena parece un ejercicio ocioso e improductivo ciertamente la nación no se remendara con ello todo el daño causado por la incertidumbre en su política económica. Así que por amor de Dios, ojalá contrate en su personal a un economista hay algunos miles desempleados y que Dios ayude a nuestra nación.
Ing. Arturo Pedro Salas Juárez
Torreón, Coah.
***
El vacío interior
El vacío interior, que tanto abunda en nuestra sociedad, se suele notar de un modo especial durante los fines de semana. Mientras el trabajo llena casi todo el tiempo disponible no queda margen para las sensaciones de vacío; en cambio, cuando el trabajo termina, suelen aflorar las frustraciones que estaban encubiertas. Aparece entonces la melancolía como síntoma de la incapacidad para afrontar los desafíos de la vida.
Este problema se puede observar en cualquier edad, pero sobre todo, a partir de la adolescencia, que es cuando las personas comienzan a interesarse por su identidad. Muchos padres creen que la frustración existencial es simplemente una fase pasajera de la adolescencia, ignorando que puede ser algo más profundo y duradero.
Algunos adolescentes y jóvenes de ahora suelen sufrir un creciente desencanto hacia la vida que es expresión de su vacío interior. Para suplir ese vacío se refugian en evasiones perjudiciales y peligrosas: alcohol, droga, ideologías radicales, actividades de mucho riesgo, etc. Les falta valor para estar a solas y encontrarse consigo mismo en un ambiente de silencio exterior e interior. La táctica del avestruz es un autoengaño que no sólo no resuelve los problemas, sino que los aumenta. Cada vez que metemos la cabeza debajo del ala necesitamos tenerla más tiempo en esa posición. La cultura del postmodernismo sustituyó lo consistente por lo vanal. Es una cultura decadente que provocó en el hombre un nuevo individualismo que sólo se atiene a la “ley del deseo”.
Jesús Domingo Martínez Madrid.
Girona, España.
