La i Laguna

Jesús pedía ayuda a su amigo, mientras ardía en llamas

El fuego se propagó rápidamente en la casa

LA I LAGUNA

"Apenas había llegado de mi trabajo cuando escuché que algo hacía cortocircuito y se empezó a bajar la luz. Me asomé a la puerta y miré que estaba saliendo lumbre de la casa de mi vecino Jesús. En eso, su hijo, el más chico, tocó la puerta y me dijo: 'Ayúdame porque está prendiendo la casa'.

Cuando llegué, el señor estaba solo tratando de apagar las llamas. Empecé a ayudarle, pero ya era mucha la lumbre. Agarré unas pinzas para cortar los cables porque seguían saliendo chispas y luego volví con él a apagar el fuego. De repente, el niño le dijo:

-Papá, mi hermano está arriba (en un cuarto).

-¿Cómo qué está arriba?, yo pensé que ya estaba afuera- respondió él.

Ya iba para adentro, pero lo detuve para mojarlo y le puse una sábana o no sé qué fregados era. Se la puse y se metió. Yo me fui atrás de él. Cuando íbamos entrando, por las escaleras, explotó algo, en el momento no supe qué fue, los bomberos luego me dijeron que era el refri, y ahí fue cuando él quedó tirado, antes de subir las escaleras, porque iba para el cuarto donde pensaba que estaba su hijo y la esposa del muchacho. Se oyó ¡pum! y me cubrí rápido, pero me cayó yeso en la espalda. Como no se miraba casi nada, me agaché para ver dónde estaba y ya lo miré tirado. Todavía se movía, él quería subir por su hijo, no sabiendo que su hijo venía por otro lado porque se había brincado por la parte de atrás.

Me salí a mojarme y a agarrar más agua para echarle y tratar de llegar hasta donde estaba. Cuando iba entrando él me pedía auxilio, me decía que lo ayudara, ya casi sin fuerza. En lo que salí a prepararme para entrar de nuevo, ya la lumbre se había extendido. Me quería meter otra vez, pero la lumbre ya no me dejó. Yo le aventé agua al lugar donde pensaba que estaba para tratar de ayudarlo. Ya no pude hacer nada. Era un buen amigo.

La narración es de José Édgar, vecino de Jesús Rubio Murillo, quien perdió la vida en el incendio registrado en su casa ubicada en la calle Benjamín Torres de la colonia J. Luz Torres de Torreón, la tarde del pasado jueves cuando intenaba rescatar a su familia del fuego. Sólo él murió.

Pérdidas

Sólo unos pocos muebles se salvaron de las llamas, al igual que las imágenes de la 'santa muerte' que se encuentran justo a la entrada del hogar y que parecen estar intactas.

4 HIJOS

Tenía Jesús, dos varones y dos mujeres. Ellas estaban en la Ciudad de México.

37 AÑOS

De edad tenía Jesús Rubio Murillo, quien además era de oficio albañil.

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